La piel de las manos es una de las principales barreras de protección contra agentes externos, como bacterias, virus y productos químicos. Cuando esta barrera se ve comprometida por fisuras o grietas, surgen riesgos importantes para la salud. Las grietas en la piel facilitan la entrada de bacterias y otros microorganismos, de manera que aumenta el riesgo de infecciones locales o sistémicas.
De igual forma, las fisuras pueden ser dolorosas, dificultar tareas diarias y afectar la calidad de vida. En personas con condiciones como psoriasis o dermatitis, las fisuras pueden agravar los síntomas y prolongar el tiempo de recuperación. Para prevenir estas fisuras, es necesario aplicar cremas hidratantes después de lavarse las manos y antes de acostarse.
También es importante el uso de guantes al salir en climas fríos o ventosos, ya que el frío puede resecar la piel y favorecer las grietas. Es necesario usar jabones suaves sin fragancias, preferentemente con pH neutro. Si es posible, utilice limpiadores en crema o gel que no resequen la piel. Además, es necesario proteger las manos al manipular productos químicos, detergentes o limpiadores domésticos. Se deben usar guantes de algodón debajo de los de látex para evitar la sudoración y prevenir irritaciones.
Expertos recomiendan lavar las manos solo cuando sea necesario y optar por soluciones hidratantes si las lava frecuentemente. Alternativamente, se pueden usar geles hidroalcohólicos que contengan agentes hidratantes.
Síguenos en Telegram, Instagram y X para recibir en directo todas nuestras actualizaciones