El presidente de la estatal Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), César Pérez, celebró este martes la liberación de 12 de los 19 tripulantes del avión venezolano-iraní retenido en Argentina desde principios de junio, y calificó el hecho como «un avance», a la espera de que sean liberados los 7 restantes.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
Este martes, una cámara de apelaciones de Argentina autorizó la salida del país de 12 sobrecargos del avión que es objeto de investigación por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
Pérez manifestó, en entrevista ofrecida a Telesur, su satisfacción por la decisión, pero «no es la meta final», pues espera la pronta liberación de toda la tripulación y que la aeronave sea devuelta.
«Estamos a la espera del retorno, a muy corto plazo, ya de los primeros 12 de los cuales 11 son venezolanos y uno es de nacionalidad iraní. Tenemos buena expectativa, de acuerdo a lo que nos dicen los abogados, de que a corto plazo ya debe estar retornando el resto de la tripulación», dijo.
Añadió que seguirán en «pie de lucha» para recuperar el avión, propiedad Emtrasur, empresa sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Por su parte, la abogada de los sobrecargos Mariana Barbitta indicó, también a Telesur, que por el momento otros 3 venezolanos que forman parte del grupo tendrán que quedarse en Argentina y esperar 10 días hábiles para que el Tribunal pueda resolver su situación.
Sin embargo, dijo que la salida de este primer grupo es una «decisión muy importante» de la cámara de apelaciones.
«Estamos muy contentos con esta decisión y por supuesto apelaremos y discutiremos el mantenimiento de tres venezolanos que deberán quedarse aquí en Argentina», sostuvo.
La aeronave objeto de la investigación ingresó en Argentina el 6 de junio procedente de México, con escala en Venezuela, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en la nación austral porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
Las petroleras argentinas no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos y posteriormente, el 11 de junio, se difundió que el Gobierno argentino había ordenado la inmovilización del avión.