El presidente de Argentina, Alberto Fernández, condenó este jueves el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y lo calificó como «el hecho más grave que ha ocurrido» desde que el país recuperó la democracia, hace 39 años.
El mandatario ofreció un mensaje grabado a la población y pidió «desterrar la violencia y el odio» de los discursos mediáticos y políticos en el país.
«Este hecho es de una enorme gravedad, es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia», declaró el presidente. Y añadió que «Cristina permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada».
Alberto Fernández afirmó además que en las últimas horas se comunicó con la jueza que está investigando lo ocurrido, para solicitarle «que esclarezca las responsabilidades y los hechos».
Además, declaró para este viernes feriado nacional para que «en paz y armonía, el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, democracia y solidaridad» con la vicepresidenta.
«Este atentado —dijo Fernández— merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos y todos los hombres y las mujeres de la república, porque estos hechos afectan nuestra democracia. Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina».
Por último, el jefe de Estado consideró el hecho de una gravedad institucional y humana «extrema», y añadió que la paz social ha sido alterada: «Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia».
Cómo fue el intento de magnicidio
Cerca de las 9:00 PM (hora local), un hombre armado que intentó dispararle a la exmandataria fue interceptado por la custodia y luego detenido por la Policía Federal, en momentos en que la dirigente peronista saludaba a cientos de militantes en la puerta de su domicilio, en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires.
La persona detenida fue identificada como Fernando Andrés Sabag Montiel, brasileño de 35 años y con antecedentes penales por portación de armas.
El sujeto se introdujo entre la multitud de seguidores, llegó a escasos metros de la titular del Senado y le apuntó a la cabeza, gatilló, pero la bala no salió.
Tras el episodio, la Policía logró separarlo de los manifestantes y lo llevó detenido en una patrulla hacia una dependencia de la fuerza.
Minutos después de lo ocurrido, Alberto Fernández se comunicó con la vicepresidenta y luego se reunió con varios de sus colaboradores para evaluar la situación y preparar un mensaje grabado para emitir a la población poco antes de la medianoche.
Tanto figuras del oficialismo como de la oposición salieron a repudiar públicamente el intento de magnicidio, entre ellos el expresidente y rival político de la exjefa de Estado, Mauricio Macri.