La FIA (Federación Internacional de Automovilismo) ha decidido no prohibir a los pilotos rusos participar en ninguna competición, bajo la condición de no hacerlo con su bandera y sus himnos, sino con una ‘bandera de la FIA’. Esta decisión, en principio, permitiría a Nikita Mazepin permanecer en la Fórmula 1 con el equipo Haas.
Por: El Espectador de Caracas con información de El Confidencial
La decisión se tomó en una reunión de emergencia del Consejo Mundial de la FIA, organizada después de que el Comité Olímpico Internacional emitiera un comunicado oficial, recomendando que los órganos rectores del deporte no permitieran a los atletas rusos y bielorrusos participar en eventos deportivos internacionales.
Sin embargo, la declaración del COI admitía que si no fuera posible por «razones organizativas o legales», a los atletas de esos países solo se les debería permitir competir como neutrales y no bajo la bandera de su nación. Este es el matiz al que se ha adherido la FIA en su decisión y así lo resaltaba su presidente, Mohammed Ben Sulayem.
Bernie Ecclestone, el hombre que durante cuatro décadas rigió los destinos de la Fórmula 1, respaldó en una entrevista reciente la posición tomada por el órgano rector: «Fue absolutamente la decisión correcta de la FIA. Si hay un piloto ruso corriendo, ¿qué tiene que ver él con que su país esté en guerra? Los atletas rusos no tienen nada que ver con este conflicto. No son parte de la guerra y nunca han sido parte de ella. Simplemente, tienen nacionalidad rusa», explicaba.
Sin embargo, la Federación Británica de Automovilismo, también conocida como Motorsport UK, ha tomado una postura independiente de la Federación Internacional de Automovilismo, lo que supone que aunque los pilotos rusos puedan participar internacionalmente, en Reino Unido tendrían vetada su presencia. Así se expresaba su presidente, David Richards: «Es nuestro deber utilizar cualquier influencia y presión que podamos tener para detener esta invasión totalmente injustificada de Ucrania».
Las palabras de Richards, aparte de ir en la dirección contraria de la propia FIA, suponen un precedente en el campeonato. El problema es que no aplica el mismo rasero a todos los países que estén en un conflicto armado. La guerra actual de Arabia Saudí con Yemen tiene una naturaleza diferente pero, a fin de cuentas, también es una acción bélica. Allí se va a disputar la segunda carrera del campeonato.
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