El yogur es una forma de leche ácida modificada. Para su elaboración se puede partir no solo de leche vacuna sino también de cabra, oveja y búfala, entera, parcial o totalmente descremada, previamente hervida o pasteurizada.
En el caso del yogur griego su elaboración usa un 10% de materia grasa láctea. A diferencia del normal, éste se prepara con suero liquido de la leche, por lo que suele tener una textura más sólida.
Nutricionalmente, el yogur griego es rico en proteínas, así como en varias vitaminas del grupo B y minerales esenciales, y tiene tanta grasa como la leche a partir de la que se produzca.
Beneficios del yogur
Fortalece el sistema de defensa.
Regula la acides del estomago
Estabiliza la flora intestinal
Reduce la presión arterial y reduce el riesgo de hipertensión.
Aporta proteínas, calcio, magnesio y fosforo.
Contrarresta el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino.
Un pote de yogur aporta entre un 25% y 40% de los requerimientos diarios de calcio.
Ayuda en la pérdida de peso al controlar el apetito y el metabolismo
El calcio que contiene ayuda a mantener unos huesos fuertes y ayuda a reducir el riesgo de osteoporosis.
El potasio ayuda a equilibrar los efectos del sodio en el organismo
Probióticos benéficos y saludables
Las investigaciones recientes en torno a la biota intestinal, que comprende miles de millones de bacterias que colonizan el tracto del ser humano, han demostrado la importancia de estos microrganismos en el sano proceso digestivo. Por ello, la ingesta en cantidades adecuadas de probióticos es necesaria para el organismo.
El griego contiene probióticos que mejoran la digestión y fortalecen el sistema inmunológico. No usa preservantes artificiales ni gelificantes como otros productos de características similares, además la versión natural no contiene azúcar añadida ni edulcorantes, lo que la hace perfecta para quienes desean llevar una dieta sana y balanceada.
Con información de 2001
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