La relación de Ana-Maria Crnogorcevic y la seleccionadora suiza, Inka Grings, no es la mejor. A la ex azulgrana, hoy en el Atlético de Madrid, no le sentó bien que la alemana no la convocara para el doble compromiso de Nations League que las helvéticas tienen en este parón internacional ante España e Italia. La polivalente futbolista, apoyada por las veteranas del equipo, aseguraba estar en disposición para jugar, pero la seleccionadora no lo entendió así.

«Me disgustó la declaración de Ana-Maria y se lo dije en una conversación personal. Ella dice que lleva el corazón en la manga. Creo que eso es genial, puede compartir su opinión con el equipo. Son precisamente este tipo de personas que viven así la emocionalidad las que se necesitan, pero hay que tener cuidado con lo que se dice públicamente. El intercambio fue importante para mí y para ella», explica en una entrevista en ‘NZZ’.

«No me gusta cuando critican a la gente públicamente. Puede decepcionarse y también puede criticar una decisión mía. Eres bienvenido a empezar a criticarme, pero lo que espero es que se hable de las cosas internamente. El fútbol es un deporte emocional y espero emotividad. Pero hay una línea muy fina que a veces se inclina, y yo también lo sé. No estoy tratando de amordazar a nadie. Para mí se trata de hablar las cosas con cuidado. El fútbol es un deporte de equipo y todos somos parte de él», añade. 

Con información de Mundo Deportivo

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