La petrolera española Repsol y la italiana Eni comenzarán a enviar petróleo venezolano a Europa

La petrolera española Repsol y la italiana Eni comenzarán a enviar petróleo venezolano a Europa a partir del próximo mes para compensar el veto al crudo ruso, según avanzaron a Reuters cinco personas familiarizadas con el asunto. De esta forma se reanudarán los intercambios de petróleo por deuda y por compensación de inversiones y otros trabajos que fueron suspendidos hace dos años, cuando Washington intensificó las sanciones contra Venezuela.

Por: Miguel Jiménez / EL PAÍS América

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó en una intervención en televisión que Estados Unidos ha autorizado a Chevron, Eni y Repsol a explotar sus yacimientos de gas y petróleo en Venezuela. “Se están dando pasos, los primeros pasos. Estados Unidos hace una semana más o menos dio unos pasos leves, pero significativos al entregar licencias a la empresa Chevron de Estados Unidos, a la empresa ENI de Italia y a la empresa Repsol producir iniciar los procesos que los lleven a producir petróleo y gas en Venezuela para exportar a sus mercados naturales. Son pasos leves, pequeños”, ha señalado Maduro.

El cambio de postura se produce después de que EE UU autorizase a las petroleras europeas para operar en Venezuela eximiéndoles de las sanciones a cambio de dar pasos para reanudar el diálogo político con la oposición. Las autoridades estadounidenses comunicaron la noticia a las empresas el mes pasado, pero los detalles y las restricciones de reventa no se habían comunicado hasta ahora. 

La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, espera que el crudo venezolano pueda ayudar a Europa a reducir la dependencia de Rusia y redirigir algunos de los cargamentos de Venezuela desde China. El volumen de petróleo que se espera que suministren Eni y Repsol desde Venezuela no es elevado, según aseguró una de las fuentes, que precisa que el impacto sobre los precios mundiales del petróleo será modesto. Eni y Repsol no respondieron a las solicitudes de comentarios.

La exposición patrimonial de Repsol a Venezuela a cierre de año era de 298 millones de euros. Esa cifra incluye financiación en dólares a los negocios conjuntos Cardon IV y Petroquiriquire por el equivalente a 166 millones y 304 millones de euros, respectivamente, y los créditos comerciales a cobrar frente a Petróleos de Venezuela (PDVSA) por de 344 millones de euros, minorados por provisiones por riesgos y gastos de 500 millones de euros, según las cifras de su último informe anual.

La luz verde de Washington para reanudar los flujos de petróleo congelado de Venezuela a Europa podría proporcionar un impulso simbólico para el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El Departamento de Estado de Estados Unidos dio el visto bueno a las dos compañías europeas para reanudar los envíos en una carta, según detallaron las fuentes a Reuters. 

A las dos empresas energéticas europeas, que tienen sociedades conjuntas con la petrolera estatal venezolana PDVSA les interesaría compensar los cargamentos de crudo con deudas impagadas y dividendos atrasados, pero por ahora eso no ha sido posible, según fuentes conocedoras de los acuerdos, sino que lo que se está compensando inicialmente son las nuevas inversiones y trabajos realizados en Venezuela para la producción de crudo y gas. En todo caso, lo que no hay son intercambios monetarios en uno u otro sentido.

Una condición clave, según una de las fuentes consultadas por Reuters, es que el petróleo recibido “tiene que ir a Europa” y “no se puede revender en otro lugar”. Washington cree que PDVSA no se beneficiará financieramente de estas transacciones en la que no se producen pagos en metálico, a diferencia de lo que ocurre con las actuales ventas de petróleo de Venezuela a China. Pekín no ha firmado las sanciones occidentales contra Rusia y ha seguido comprando petróleo y gas rusos a pesar del bloque Occidental.

Excepción de EE UU

Washington no ha hecho las mismas concesiones a la petrolera estadounidense Chevron Corp, la Oil and Natural Gas Corp Ltd (ONGC) de India y la francesa Maurel & Prom, que también presionaron al Departamento de Estado y al del Tesoro de EE UU para poder operar en Venezuela e intercambiar petróleo por miles de millones de dólares en deudas acumuladas. Las cinco compañías petroleras suspendieron el canje de petróleo por deuda a mediados de 2020 en medio de la campaña de “máxima presión” del expresidente estadounidense Donald Trump, que redujo las exportaciones de petróleo de Venezuela, pero no logró expulsar a Maduro.

La Administración Biden mantuvo conversaciones al más alto nivel con Caracas el pasado marzo. Entonces, Venezuela liberó a dos de al menos 10 ciudadanos estadounidenses encarcelados y prometió reanudar las conversaciones con la oposición.

Maduro aún tiene que acordar una fecha para volver a la mesa de negociaciones. Los legisladores republicanos y algunos de los compañeros demócratas de Biden que se oponen a cualquier apaciguamiento de Estados Unidos hacia Maduro han criticado el enfoque hacia Venezuela como demasiado unilateral. Washington sostiene que un mayor alivio de las sanciones a Venezuela estará condicionado al progreso hacia el cambio democrático mientras Maduro negocia con la oposición.

El mes pasado, la administración de Biden autorizó a Chevron, la compañía petrolera estadounidense más grande que aún opera en Venezuela, a entablar conversaciones con el gobierno de Maduro y PDVSA sobre futuras operaciones en Venezuela. Fue en ese momento, según calculan las fuentes de Reuters, cuando el Departamento de Estado remitió las autorizaciones confidenciales a Eni y Repsol diciendo que Washington “no se opondría” si reanudaban los acuerdos de petróleo por deuda y traían el petróleo a Europa. En las misivas, EE UU aseguraba a las empresas europeas que no se enfrentarían a sanciones si tomaban cargamentos de petróleo venezolano a cambio de cobrar deuda pendiente, dijeron dos personas en Washington.

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