Aunque hasta el próximo 7 de agosto Gustavo Petro se convertirá en el nuevo presidente de Colombia, desde ya empezó a diseñar el plan que le permitirá cumplir una de sus banderas de campaña: recomponer las relaciones con Venezuela.
Por: El Espectador de Caracas con información de Semana
Eso implica, entre otras cosas, reabrir los siete pasos fronterizos terrestres a lo largo de 2.100 kilómetros que han permanecido cerrados por las disputas entre Bogotá y Caracas.
SEMANA conoció que Petro designará, en cuestión de días, a un dirigente político de su confianza para que empiece a tender puentes y logre diálogos con el vecino país que permitan ponerles fin a las tensiones. Se barajan tres nombres para dicha misión.
Petro no quiere politizar el asunto. Por eso, busca a una persona con habilidad de negociación, que no forme parte de su gabinete, que conozca la convulsa realidad venezolana y que no sea identificado con la izquierda o la derecha. En últimas, que tenga capacidad de diálogo.
El nuevo mandatario busca normalizar las relaciones comerciales. En 2008, cuando Hugo Chávez cerró la frontera, las exportaciones desde Colombia ascendían a 6.000 millones de dólares anuales. Pero en el segundo semestre de 2009, en medio de las tensiones, se desplomaron a 150 millones de dólares, según Analdex.
Petro, cuyo Gobierno estima que, si las relaciones se reactivan, habría ingresos por 10.000 millones de dólares para Colombia y se generarían un millón de empleos, guarda prudencia. No hará ningún anuncio hasta que no se tercie la banda presidencial por respeto al presidente Iván Duque.
No obstante, una fuente, quien pidió la reserva, le contó a este medio que el nuevo mandatario ya tuvo su primera conversación telefónica con Nicolás Maduro a comienzos de esta semana. Los detalles del diálogo, que se extendió durante más de 20 minutos, no han trascendido.
El nuevo mandatario busca que en la negociación ni él ni Maduro sean los protagonistas. Quiere que sea una conversación netamente comercial y diplomática, que no esté contaminada por el proceso de paz que sostuvo Juan Manuel Santos con las Farc y tampoco por el que él pretende desarrollar con el ELN, si ese grupo armado muestra voluntad de ponerle fin a la guerra.
Es más, la persona que designe Petro entablará el diálogo con autonomía y le reportará los avances de manera exclusiva al presidente y al canciller Álvaro Leyva. Uno de los primeros anuncios sería reabrir los consulados en ambas naciones como un gesto de confianza.
Hasta ahora, no está programado un encuentro entre Maduro y Petro. Sin embargo, no se descarta que, en medio de las conversaciones o al final, ambos líderes puedan reunirse. El nuevo jefe de la Casa de Nariño insistirá en que los diálogos sean canalizados mediante la presidencia, aunque no se opondrá a las conversaciones que desde el 20 de julio empezarán a darse entre el Senado de Colombia y la Asamblea Nacional de Venezuela, según le anticipó a SEMANA la senadora del Pacto Histórico Gloria Flórez.
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