El presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió de manera escueta a través de las redes sociales a la demanda del chavista radical Diosdado Cabello de que sean extraditados a Venezuela varios dirigentes de la oposición venezolana asilados o refugiados en Colombia desde que escaparon de la ola represiva del régimen que encabeza Nicolás Maduro.
Hasta hace poco Cabello era considerado como el indiscutible «número dos del chavismo», por herencia del difunto presidente Hugo Chávez. Pero según analistas, ese papel ha venido perdiendo fuerza en la medida en que Nicolás Maduro se ha afianzado en la presidencia y en el control de todas las complejas redes del poder en Venezuela.
También el lunes, el fiscal general de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, dijo una comisión del Ministerio Público (MP, Fiscalía) investigará en Colombia lo que calificó como una supuesta corrupción en la empresa petroquímica Monómeros, filial de Pdvsa en Colombia, de la que el opositor Juan Guaidó pasó a tener el control en 2019.
Ni Cabello ni Saab identificaron a opositores cuyas cabezas demandan. Pero hay notorios dirigentes de partidos políticos como Primero Justicia y Voluntad Popular, así como militantes de estas toldas, y ex militares, que se radicaron en el vecino país durante los últimos años, bajo el ala de los gobiernos de los hoy ex presidentes Iván Duque y Juan Manuel Santos, reconocidos opositores del chavismo.
