Según el sociólogo Tomás Pérez, cuando se habla de brotes de xenofobia contra los migrantes venezolanos lo primero que se debe tener en cuenta es que según el gobierno de Nicolás Maduro la diáspora no existe.
Por: Abelardo Perez | Tal Cual
A juicio del sociólogo Tomás Páez, a la hora de analizar el tema de la xenofobia que muchas veces padecen los venezolanos que decidieron salir del país, no hace falta ir muy lejos.
«No busquemos en los demás países lo que ya tenemos en Venezuela. Empezamos a buscar actos de xenofobia en Colombia o de parte de liderazgos en Perú, o por una diputada en Panamá que se pronuncia, pero nos olvidamos de lo central: que según el gobierno de Nicolás Maduro la diáspora no existe; no hay peor acto de xenofobia que desconocer la existencia del otro y no fue sino hasta hace muy poco que Maduro dijo que podía aceptar que había como 600 mil venezolanos fuera del país», afirma Páez.
Páez, experto en el fenómeno migratorio venezolano, considera que la postura del gobierno a la hora de desconocer la diáspora no solo se circunscribe al discurso, sino que literalmente lo traduce en acciones para hacer «que las cosas sean verdaderas».
«Ordena al Instituto Nacional de Estadísticas no producir información sobre la diáspora. Es decir, no solamente no existe en el discurso político del régimen, sino que al mismo tiempo el INE, que desde hace un montón de años producía información sobre flujos migratorios, hoy no dice nada, guarda silencio y eso es un doble acto xenófobo», advierte.
Añade que además que Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) por mucho tiempo mantuvo una política de negarle la documentación a los venezolanos en el exterior. Cree que esto ha provocado que los países receptores acojan a personas sin documentos ni pasaportes.
«Es otro gesto de xenofobia cuando el gobierno venezolano, al no reconocer la existencia de esa diáspora, tampoco la atiende y por eso tenemos niños apátridas e indocumentados que no tienen nacionalidad», afirma.
Recuerda que en 2018, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, Maduro dijo que el éxodo de venezolanos «era una gran mentira», cuando ya para ese momento teníamos cerca de cuatro millones de compatriotas fuera del país.
«Y eso duele porque la diáspora significa hoy el primer o segundo rubro de ingreso de divisas para Venezuela. Son millones de venezolanos, el estado más grande del país y no existe para el gobierno», lamenta Páez.
Añade que el primer ataque del gobierno chavista contra la diáspora se produjo tras el fracaso del paro petrolero (2002-2003), cuando el entonces vicepresidente José Vicente Rangel dijo que unos «tontillos» se habían ido a «sufrir».
«José Vicente dijo que habían partido del cielo, que es el socialismo venezolano, a sufrir y a padecer en el exterior. Es el argumento que mantiene Maduro cuando los llama lava retretes o mesoneros, es la otra parte del discurso xenófobo. No dicen ‘se está yendo la gente, me preocupa la situación de esa población’, sino que afirman que se van para sufrir, padecer, para recibir insultos», subraya Páez.
Asegura que actualmente, de acuerdo a cifras que maneja, más de seis millones y medio de venezolanos están fuera del país (en 90 países y 300 ciudades), es decir, un millón más de lo que dice la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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