Cuando se escriba sobre la historia política venezolana de los últimos años, se cometería no solo un error estratégicamente garrafal sino también un análisis político inconcluso si no se toma en cuenta el papel jugado por una nefasta pareja política que ha hecho un gigantesco daño a la ética política nacionalista.
Nos referimos a los dirigentes políticos de la derecha más radical: Juan Guaidó y Leopoldo López, unas verdaderas tragedias contra la paz institucional y democrática en Venezuela. Ambos han sido baluartes de la confrontación política, que imploran por una intervención militar extranjera sobre el país sin importarles para nada los posibles daños colaterales, en los que el número de muertos no importa. Lo importante es lograr el fin superior que consiste en desalojar al chavismo del poder político,
Éste dúo dinámico que se jactan de ser los más fieles seguidores y servidores del imperialismo estadounidense, consideran como muy apropiada la intensificación de las sanciones y los bloqueos, hasta lograr la renuncia de Nicolás Maduro.
Todo ello con la máxima presión posible, acompañados de la ayuda de una guerra civil, la deseable, espontánea y voluntaria colaboración por parte de los ejércitos de Brasil y Colombia y la nada despreciable ayuda política y mediática de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos.
Estos personajes no están de acuerdo con los procesos electorales en Venezuela, a menos que se les garantice el triunfo a la oposición. Pero no a cualquier oposición, sino a la que ellos representan (el G4) ya que no confían en las oposiciones políticas moderadas y colaboracionistas a las cuales califican de manera elegante como los propios alacranes.
Eso significa que este par de joyas de la política solo creen en las vías violentas y no constitucionales para acceder al poder. Por un lado, el prófugo de la justicia que vive como un rey en una lujosa zona residencial de Madrid, le está pidiendo a la Unión Europea que no envíe una misión de observación para las megaeleciones del 21 de noviembre del 2021. Por el otro lado, el autoproclamado, está solicitando que no liberen los activos que tiene Venezuela bloqueados en el exterior.
Politólogo.