Entre las diversas lecturas que se están realizando de los resultados de las megaeleciones del día domingo 21 de noviembre del 2021, hay unas interesantes reflexiones sobre el cómo se puede interpretar el comportamiento electoral de los diversos sectores que conforman la oposición política venezolana.
Pareciese que se agudizaron las diferencias estratégicas para la toma del poder político en Venezuela, ya que se evidenciaron varios bloques de visiones contrapuestas a pesar de que tienen en común (y parece ser lo único) su declarado antichavismo, pero que los ha afectado de manera significativa en poder presentar posiciones “únicas y unitarias”.
Podemos observar por los resultados electorales la existencia de abismales criterios políticos entre los abstencionistas, el G-4, la MUD, la Alianza Democrática, Fuerza Vecinal, cualquier cantidad de partidos políticos regionales y un sector mayoritario de opositores que rechazan de manera contundente a este liderazgo.
Con ese panorama político dentro de la oposición venezolana, pareciese que resultará muy cuesta arriba que puedan ponerse de acuerdo para activar dentro de poco tiempo un posible referendo revocatorio presidencial. Hay sectores opositores que ven muy difícil convencer a más de 4 millones de venezolanas y venezolanos a que firmen sin ningún temor la activación de un revocatorio.
Muchos piensan que la posición más adecuada es preparase políticamente para las elecciones presidenciales de 2024. Argumentan a su favor que no se debe correr el riesgo de fracasar en la consecución de las firmas o no lograr superar el obstáculo de conseguir de manera unitaria más de 6 millones de votos para poder “sacar” al presidente Nicolás Maduro.
Y la angustia opositora aumenta cuando están conscientes de que a pesar de que se pueda lograr activar el referendo revocatorio presidencial y luego ganar la salida del presidente, están seguros de que será extremadamente difícil que puedan presentar una candidatura única presidencial. La desconfianza que hay entre ellos y las ambiciones personales les impedirán ganar unas próximas elecciones presidenciales.
Politólogo.
