El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, acusó a Occidente de querer que la guerra continúe en Ucrania -sin realizar crítica alguna al país invasor, Rusia- y que, por tanto, su Gobierno se prepara para un largo conflicto armado en el país vecino.
«Los occidentales quieren la guerra. Existe una aplastante mayoría de los que apoyan la guerra», afirmó Orbán en declaraciones a la radio pública Kossuth desde la ciudad de Sopron, donde el Gobierno se ha reunido por tres días.
Orbán habló de la cumbre de la OTAN del pasado martes y miércoles, donde los países miembros trataron, entre otros asuntos, de la posible adhesión de Ucrania a la Alianza, que por el momento fue rechazada.
En este sentido, el primer ministro aseguró que «son comprensibles las exigencias ucranianas (de su integración en la OTAN) pero si las cumpliríamos nos involucráríamos en la tercera guerra mundial».
Critíca pedidos de Ucrania
Al mismo tiempo, Orbán criticó la comunicación de los líderes ucranianos, al asegurar que esta muchas veces es «agresiva y exigente» y añadió que con las entregas de armas occidentales Ucrania «no se acerca a la paz».
El líder magiar reiteró que Ucrania «ha perdido su soberanía» ya que no tiene dinero y lucha con armas occidentales.
A pesar de que Hungría es uno de los dos países miembros de la alianza, junto a Turquía, que todavía no han ratificado la adhesión de Suecia a la OTAN, Orbán no ha adelantado cuándo podría tratarse el tema en el Parlamento de Budapest.
Orbán es considerado el líder comunitario más cercano a Moscú y, aunque ha criticado las sanciones de la UE contra Rusia por la invasión de Ucrania, ha aprobado todos los paquetes punitivos de la UE.
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