Por Yaniuska Briceño
Recientemente han surgido varias detenciones. El gobierno de Nicolás Maduro confirmo que investiga por presunta “corrupción administrativa y malversación de fondos”, a varios ciudadanos que ejercían cargos públicos en el país.
Hasta el momento han sido detenidos el ahora exjefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), Joselit Ramírez; Cristóbal Cornieles, presidente del Circuito Judicial Penal de Caracas; José Mascimino Márquez, juez de control en delitos asociados al terrorismo; Pedro Hernández, alcalde del municipio Santos Michelena del estado Aragua; Hugbel Roa, diputado y exministro de educación; Pedro Maldonado Marín, empresario trujillano y actual titular de la Corporación Venezolana de Guayana; Heriberto Perdomo, empresario y uno de los propietario de la Constructora HP; Edwin Rojas, exgobernador del estado Sucre; el coronel, Antonio Pérez Suárez y el teniente coronel, José Agustín Ramos Chirinos.
Esta investigación ha generado gran expectativa y debate. Muchos ciudadanos ven la corrupción como uno de los principales problemas del país, y esperan que lo que está sucediendo pueda ayudar a combatirla de manera efectiva.
Sin embargo, otros sectores de la sociedad venezolana son escépticos acerca de los resultados que pueda lograr la operación. Debido a la larga historia de impunidad y politización que ha caracterizado la lucha contra la corrupción en Venezuela.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro asegura que han “asumido una posición frontal en la lucha contra la corrupción y los corruptos. Contra los que roban al pueblo, estén donde estén, vengan de donde vengan, se crean lo que se crean”.
Y que, además, tiene “la absoluta voluntad, la absoluta decisión, de ir a la raíz misma para desmembrar todas esas mafias que han descubierto”.
Por esta situación, también renunció el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami.
Una «presunta» lucha de poder entre los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez y Tareck El Aissami podría haber provocado el inicio de esta operación. Debido a que, hemos podido notar que varios de los afectados tendrían algún vínculo o formaban parte de la estructura de poder de El Aissami.
No obstante, estas detenciones estarían asociadas al desmantelamiento de una red delictiva que estaba estafando y desviando la venta de crudo venezolano a sus propios bolsillos, perjudicando gravemente el patrimonio de la nación.
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