De acuerdo con los últimos sondeos de opinión, pero que además lo ratificamos a diario en los recorridos que realizamos por las distintas comunidades de nuestra Venezuela, al menos 7 de cada 10 venezolanos no se sienten identificados, ni mucho menos representados por los extremos que nos han mantenido estancados con excusas, relatando las desgracias que la mayoría conocemos, simplemente porque las padecemos.
Desde Unidad Visión Venezuela tenemos claro que la política es para servir, por ello llevamos adelante nuestro programa social #VisionSolidaria no solo en época electoral, como ahora vemos en muchos personajes que aspiran a ser candidatos.
Igualmente, tenemos claro que la principal labor de los políticos es encontrar soluciones, por ello no dejamos de plantear -en todos y cada uno de los ámbitos- propuestas viables que le den mejor calidad de vida a nuestra gente. Por ello, saludamos con entusiasmo la presencia de la vicepresidenta ejecutiva en la Asamblea de Fedecámaras, y hacemos votos porque ese camino de la reconciliación cuaje, por el bien de la nación, y por ende de todos los venezolanos. La mayoría de los ciudadanos queremos comenzar a verle el queso a la tostada.
No tenemos la menor duda de que la reconciliación es posible, necesaria e imprescindible para la viabilidad del país, de la política y de la economía nacional. Esto no significa aceptación, resignación, claudicación, ni mucho menos “cohabitación”, como lo ha querido hacer ver un sector que adversa todo sin proponer algo.
Demás está decir que esa apuesta a una sana relación, que jamás debió dejar de existir, no es solo con el sector empresarial, es el deber ser con todos y cada uno de los gremios.
Nos alegra que cada día sean más los que retoman la ruta electoral; sin embargo, debemos tener claro que queda mucho camino por recorrer, que incluye -entre otras cosas- el reconocimiento de todos los factores. Salir de ese esquema de “verdadera oposición”, de “legítimos”, de hablar de “unidad” pero alrededor de mí, porque con soberbia y terquedad solo se profundiza la división, en la que el gobierno termina siendo el único favorecido.
Entendemos que todas y cada una de las aspiraciones son legítimas, pero hay que entender que para la mayoría de los que quieren ser gobernadores, alcaldes o simplemente llegar a formar parte de los cuerpos deliberantes, no es su momento; no se trata de ser candidato, sino de llegar al poder, recuperar la mayor cantidad de espacios para ponerlos al servicio de la gente, comenzar a organizarnos para lograr salir victorioso en las presidenciales de 2024, o dependiendo del resultado incluso podamos solicitar el próximo 5E el referéndum revocatorio que nos permita salir de Nicolás Maduro de manera pacífica, constitucional y democrática.
Para finalizar, quiero hacer un llamado serio a la reflexión, porque más allá de los que se niegan a reconocer sus errores, a rectificar en público de manera responsable o a los que son tan simplistas que solo afirman que “siempre han tenido la razón”, lo que deben preguntarse es por qué no han podido convencer a la mayoría de la gente a que los acompañen. Lo cierto es que el gobierno necesita empresarios produciendo y creando empleos para ir mejorando la situación económica del país.