De dos puñaladas en el cuello asesinaron a Carlos Andrés Ojeda (45), un obrero que trabajaba de aseador en locales comerciales y lavaba carros en el estacionamiento del Cicpc de El Llanito, municipio Sucre.
El miércoles a las 6:00 de la mañana Ojeda se dirigía a su trabajo cuando lo interceptaron en la plaza El Cristo, de Petare, lo acuchillaron y lo despojaron de sus pertenencias. El hombre murió en el sitio.
Al amanecer varios vecinos observaban el cadáver de Ojeda tendido en la calle y al notar aquel tumulto un conocido de la familia del difunto se acercó y lo reconoció. Fue a la casa y les avisó.
Maria Ojeda, hermana del obrero, relató muy consternada, que este era un hombre colaborador, honesto y trabajador, por lo que deben ser castigados los responsables del asesinato.
Desde muy joven trabajaba. Habia abandonado sus estudios en segundo año para trabajar y ayudar a su familia.
Ojeda limpiaba en una licoreria de la calle Lebrún y en el Cicpc lavaba carros y patrullas.
Con información de El Carabobeño
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