La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó una situación de emergencia sanitaria por el elevado aumento de casos de ‘mpox’, antes conocida como viruela del mono, en África. La situación se ha descontrolado en la República Democrática del Congo con la notificación de 12.300 casos sospechosos desde principios de año, con una tendencia claramente ascendente.

En junio se detectaron el doble de casos que en el mes de mayo. En el Congo, además, se ha producido la irrupción de una nueva cepa, una nueva variante de la enfermedad, que se ha detectado en países donde hasta ahora el virus no había estado presente.

Según los expertos, esta nueva variante -se detectó por primera vez a lo largo del 2023- sería «más grave y mortal» y se caracteriza por su «rápida propagación» y por provocar un mayor contagio entre los menores. La anterior cepa no tenía tanta incidencia entre los niños como la actual. Estos cuatro rasgos hicieron que la OMS decretara la emergencia sanitaria ante una situación «especialmente preocupante».

Se trata de la segunda vez que la entidad médica internacional activa una alerta por la viruela del mono. La primera fue en 2022. Entonces, España fue el país europeo con mayor número de casos: se diagnosticaron 8.104, 585 de ellos en la Comunitat Valenciana.

Cuáles son los principales síntomas
La ‘mpox’ (viruela del mono) es una enfermedad que, tradicionalmente, ha tenido dos cepas genéticamente diferenciadas: la del Congo, en África central; y la de África occidental. 

Estas dos variantes se caracterizan por no generar complicaciones en la mayoría de sus casos, aunque en 2022 sí que hubo fallecimientos en la Comunitat Valenciana causados por esta enfermedad. En estados iniciales, tras una incubación de entre siete y diez días, sus principales síntomas son muy parecidos a la gripe:

• Dolores musculares
• Fiebre
• Dolor de cabeza
• Cansancio notable o agotamiento
• Escalofríos

Sin embargo, el rasgo más identificable con la viruela del mono son las erupciones cutáneas, una especie de sarpullidos o vesículas que aparecen en la piel y que, como explican los expertos, comienzas a aparecer entre cuatro o cinco días después del inicio del cuadro gripal y que suelen provocar picores muy fuertes. Estas manchas rojas se convierten después enampollas llenas de pus.

Estas derivan en pústulas y, posteriormente en costras. Estas erupciones suelen aparecer, inicialmente, en la cara y se extienden a otras zonas del cuerpo; principalmente, las palmas de las manos y las plantas de los pies.

La OMS advierte de que se puede confundir con otras enfermedades como la varicela, el sarampión, infecciones bacterianas de la piel, sarna, sífilis y alergias asociadas a medicamentos. La infección suele desaparecer por sí sola y dura entre 14 y 21 días.

¿Qué se sabe de la nueva cepa?

Aún están por determinar las diferencias de la nueva variante, clado o B1, de la viruela del mono respecto a las dos cepas tradicionales. Sin embargo, los primeros datos muestran que se trata de una enfermedad «más virulenta» y con «mayor tasa de contagio» y que está afectando a uno de los grupos menos afectados tradicionalmente por la enfermedad: los niños.

Cómo se contagia la enfermedad

Las cepas conocidas del ‘mpox’ se caracterizan por necesitar un contacto directo y muy íntimo con la personas infectada para contraer la enfermedad. De hecho, uno de los principales métodos de contagio era mediante las relaciones sexuales. Además, su incidencia era mucho mayor entre los hombres por lo que se señaló a las personas del colectivo LGTBi como uno de los focos de contagio.

Sin embargo, esta nueva cepa se caracteriza por ser más transmisible. Según los expertos, el contagio podría producirse de persona a persona por tener un contacto cercano, como también pasaba por el coronavirus. Por tanto, se podría contagiar por hablar cara a cara, respirar cerca de una persona infectada o por tener contacto piel con piel, piel con boca o boca con boca.

Grupos vulnerables

A diferencia de las cepas tradicionales, la viruela del mono de la República Democrática del Congo está teniendo una mayor incidencia en la población infantil y adolescente. Siete de cada diez casos se producen entre los menores de 15 años y casi cuatro de cada diez (el 39 % del total) entre los menores de cinco años. De hecho, esta franja de edad registra un 62 % del total de fallecimientos de la nueva cepa.

Esto contrasta, claramente, con lo ocurrido en la anterior emergencia sanitaria. En España, desde el año 2022, solo el 2 % de los casos se detectó en menores de 20 años. Los grupos con mayor incidencia son las franjas de edad entre 30 y 50 años. El 36,3 % de los casos se detectó entre los 30 y 39 años, mientras que el 26,3 % en las personas de entre 40 y 49 años.

La vacuna, la mejor protección

El mejor antídoto contra la viruela de mono es la vacunación. Actualmente, existen tres vacunas disponibles en el mercado, aunque la OMS no recomienda una inoculación masiva como con lacovid19; solo para los grupos de riesgo. En 2022, cuando se produjo la anterior emergencia por la enfermedad, 40.610 personas iniciaron su inmunidad contra la ‘mpox’, aunque solo la mitad -unas 20.900- completaron la pauta completa de dos dosis, según la información del Ministerio de Sanidad.

Con información de El Universal

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