Cerca de 3 millones de niños y niñas –la cifra más elevada que se ha registrado nunca– necesitan ayuda humanitaria en Haití, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De acuerdo con Bruno Maes, Representante de la Unicef en Haití, los niños haitianos afrontan unos niveles alarmantes de violencia que han exacerbado el hambre y la desnutrición en un país que ya estaba sumido en la pobreza y en medio de un nuevo brote de cólera.
“Hoy en día, ser niño o niña en Haití es más duro y peligroso que en cualquier otro momento que se recuerde. Las amenazas y dificultades a las que se enfrentan los niños y niñas son sencillamente inimaginables. Necesitan desesperadamente protección y apoyo”, afirmó Maes.
Hambre y desnutrición
Los menores de edad en dicho territorio sufren desnutrición con riesgo de muerte. Este padecimiento se disparó un 30 por ciento desde el año pasado, y casi uno de cada cuatro niños posee desnutrición crónica.
El hambre y la desnutrición potencialmente mortal están en niveles récord en todo el país, concentrados en los barrios más pobres, inseguros y congestionados de la capital, donde algunas familias están prácticamente atrapadas y sin acceso a los servicios esenciales.
Asimismo, a medida que aumenta la violencia en Haití, millones de niños quedan atrapados en el fuego cruzado.
Fuego cruzado
El informe de la Unicef señala que los niños se encuentran en el fuego cruzado o en el blanco directo de los grupos armados que aterrorizan a la población en su lucha por el control y el territorio, principalmente en la capital, Puerto Príncipe, y cada vez más en la vecina región de Artibonite.
En este sentido, los niños están siendo asesinados o heridos en su camino a la escuela. Las mujeres y las niñas se enfrentan a una violencia sexual extrema. Los secuestros por rescate, incluidos los de estudiantes, maestros y trabajadores de la salud, se han disparado, al igual que los ataques a las escuelas. Decenas de miles han sido desplazados por la violencia.
Grupos armados
Se tiene conocimiento de que muchos menores de edad de la zona metropolitana de Puerto Príncipe se han visto obligados a alistarse en grupos armados a cambio de protección o de alimentos e ingresos para sus familias.
Además de la violencia, el hambre y las enfermedades, Haití y su infancia se enfrentan a la amenaza constante de que se produzcan tormentas y terremotos de carácter extremo.
Unicef asegura que la financiación para apoyar a los niños haitianos está muy por debajo de las necesidades humanitarias.
“De los 246 millones de dólares de financiación que Unicef necesita para Haití en 2023 se ha recibido menos de un 15 por ciento”, señala el organismo.
Con información de ÚN
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