Comenzó con mal pie Montse Tomé su andadura como nueva seleccionadora femenina, después de anunciar su primera lista de convocadas para la Nations League con 20 de las 23 internacionales que habían solicitado no ser convocadas a causa de la tensa situación con el ‘caso Rubiales’. Las convocadas, que no fueron consultadas ni avisadas al respecto, se tomaron muy mal la llamada de la nueva entrenadora y se pudo ver las caras largas y los fríos saludos en la concentración en oliva (Valencia).

Pese a que se aseguró desde algunos medios que la asturiana sería destituida tras el partido ante Suiza en Córdoba, lo cierto es que la RFEF nunca se planteó esa opción, tal como explicó Mundo Deportivo. Las jugadoras nunca pidieron su destitución explícita, como tampoco hicieron con Jorge Vilda. Son decisiones que asume la propia Federación. Lo que sí se pidió es un voto de confianza para Tomé después del revuelo generado por haber aplaudido el discurso de Rubiales durante la Asamblea y tras la polémica convocatoria que las cogió por sorpresa.

Lo cierto es que, tras una primera semana al frente del equipo, Tomé ha ganado crédito y ha salido reforzada. A nivel deportivo, solventó el partido ante Suecia, número uno del ranking mundial, con una trabajada victoria por 2-3 y ayer en Córdoba el equipo brilló ante Suiza (5-0) con una alineación, unos cambios y una apuesta por jóvenes con nombres propios donde la seleccionadora dejó su sello. 

Se valora además que cediera a las propias jugadoras la designación de las capitanas, un gesto que ha permitido volver a lucir el brazalete a veteranas como Alexia Putellas o Irene Paredes. A todo ello, sus explicaciones han sido convincentes y se ha visto un acercamiento con las jugadoras. “Estoy del lado de ellas, apoyo a Jenni, siento lo que ha pasado. No me sentí bien tras los aplausos en la asamblea…”, señaló Tomé, un mensaje que ha sido bien acogido en el vestuario.

Tras el partido en Córdoba, se vieron abrazos con varias internacionales en el césped del Nuevo Arcángel para dar muestras de ese ‘feeling’. “Está todo bien, al principio fue todo un poco extraño. Raro por cómo se dio la convocatoria. Pero las cosas pasan, nos hemos quedado y cuando te quedas hay que asumir toda la responsabilidad que tienes. Ya trabajamos para ganar”, explicó Aitana Bonmatí tras el partido. De momento, la figura de Montse Tomé ha pasado de estar contra las cuerdas a convertirse en un relevo de Jorge Vilda convincente.

Con información de Mundo Deportivo

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