Casi 35.000 personas ingresaron de forma irregular a Chile desde enero hasta agosto de este año, según datos entregados por la Policía de Investigaciones (PDI) al Observatorio de la Migración Responsable, que los difundió este lunes.
En concreto, hasta ahora, se han registrado 34.543 ingresos a Chile de forma ilegal o irregular, es decir, sin la documentación exigida para hacerlo y, para finales de año, el organismo proyecta superar los 50.000, una cifra similar a la reportada en los dos últimos años.
Según el estudio del Observatorio, en 2021, cuando entró en vigor la nueva ley de migraciones, la cifra se triplicó pasando de poco más de 16.000 en 2020, a 56.856 entradas irregulares al país; mientras que en 2022 se registraron 53.875.
La migración irregular no es un fenómeno nuevo en Chile, pero desde 2010 hasta 2021 la cifra se disparó exponencialmente. La ley de migraciones promulgada en abril de hace dos años, bajo la segunda administración del conservador Sebastián Piñera (2018-2022), exige obtener visas en los consulados chilenos de los países de origen para evitar que extranjeros ingresen como turistas y cambien su calidad migratoria para buscar trabajo.
En materia de expulsiones, la PDI informó al Observatorio que este año se concretaron 187 deportaciones “por ingreso clandestino o tener antecedentes penales en el país de origen”, mientras que en 2022, se informaron 31 expulsiones de extranjeros sin documentos. En 2021 hubo 246 y en 2020, 202.
Los datos entregados por la PDI al Observatorio de la Migración Responsable, dirigido por exdirector del Servicio de Migraciones durante el segundo gobierno de Piñera, Álvaro Bellolio, se basan en la detección del ingreso irregular de los migrantes, en fiscalizaciones o en reportes de cuando los propios extranjeros intentan regularizar su situación o acceder a servicios sociales.
Desde 2021 Chile vive una crisis migratoria que afecta principalmente a las regiones del norte, que colapsaron pequeñas localidades fronterizas como Colchane, donde en los últimos años han fallecido decenas de personas intentando ingresar a Chile por rutas clandestinas.
La mayoría de los extranjeros en Chile proceden de Venezuela, Perú, Haití y Colombia.
A fines de febrero, Chile inició un despliegue militar en los puntos críticos de la frontera con Perú y Bolivia durante 90 días con miras a aumentar el control del ingreso irregular de personas migrantes que afecta la zona.
Con información de EFE
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