28 de noviembre de 2024 9:40 AM

Meghan acusó a la realeza británica de racismo y dice que tuvo pensamientos suicidas

Meghan, la esposa del príncipe británico Enrique, acusó a la familia real de Reino Unido de preocuparse por lo oscura que podía ser la piel de su hijo y de empujarla al borde del suicidio, en una reveladora entrevista televisiva que hará temblar a la monarquía.

Por: El Espectador de Caracas / Reuters

La mujer de 39 años, cuya madre es negra y su padre blanco, dijo que había sido ingenua antes de casarse y entrar en la familia real en 2018, pero que terminó teniendo pensamientos suicidas y considerando autolesionarse después de suplicar ayuda pero no obtener ninguna.

Meghan dijo que a su hijo Archie, ahora de un año de edad, se le había denegado el título de príncipe porque había preocupaciones dentro de la familia real sobre «acerca de cuán oscura podría ser su piel cuando nazca».

«Eso me lo dijo Enrique, fueron conversaciones que la familia tuvo con él», relató Meghan en una entrevista con Oprah Winfrey emitida por la CBS en la noche del domingo.

Meghan declinó decir quién había transmitido esas preocupaciones, al igual que Enrique. Dijo que la familia real les había cortado el auxilio financiero y que el padre de Enrique, el príncipe Carlos, heredero del trono británico, le había defraudado y se había negado a atender sus llamadas en un momento dado.

El Palacio de Buckingham no hizo ningún comentario inmediato sobre la entrevista, que se emitió en la madrugada del lunes en Reino Unido.

La emisión de dos horas fue la entrevista real más esperada desde que la difunta madre de Enrique, la princesa Diana, compartiera detalles íntimos de su fallido matrimonio con Carlos en 1995, lo que hizo mella en la reputación del heredero y en el prestigio de la familia a los ojos del público británico.

«La monarquía acaba de ser golpeada por su peor crisis desde la abdicación» de Eduardo VIII en 1936, dijo Republic, un grupo que aboga por el fin de la monarquía. «Esta institución podrida tiene que desaparecer».

Casi tres años después de su deslumbrante boda en el castillo de Windsor, Meghan describió a algunos miembros no identificados de la casa real como brutales, mendaces y culpables de comentarios racistas.

También acusó a Catalina, la esposa del hermano mayor de su marido, el príncipe Guillermo, de hacerla llorar antes de su boda.

Aunque la familia fue objeto de críticas abiertas, ni Enrique ni Meghan atacaron directamente a la reina Isabel.

Aun así, Meghan dijo que había sido silenciada por «la Firma» —que encabeza Isabel— y que sus súplicas de ayuda mientras estaba angustiada por las informaciones racistas y por su situación habían caído en saco roto.

«Simplemente no quería seguir viva. Y ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador. Y recuerdo que él (Enrique) simplemente me acunó», dijo Meghan, secándose las lágrimas.

«REALMENTE DEFRAUDADO»

El anuncio de Enrique y Meghan en enero de 2020 de que tenían intención de abandonar sus deberes reales precipitó a la familia a una crisis. El mes pasado, el Palacio de Buckingham confirmó que la ruptura sería permanente, ya que la pareja busca comenzar una nueva vida en Estados Unidos.

Enrique, de 36 años, dijo que se había retirado de los deberes reales por falta de comprensión y porque le preocupaba que la historia se repitiera, en referencia a la muerte de su madre Diana en 1997.

Preguntado por lo que diría su madre sobre los acontecimientos, respondió: «Creo que se sentiría muy enfadada por cómo se ha desarrollado todo esto y muy triste». Enrique se sintió «realmente defraudado» por su padre.

Enrique negó haber traicionado a la reina Isabel, su abuela, con su decisión de renunciar su vida dentro de la monarquía, pero dijo que el príncipe Carlos dejó de atender sus llamadas en un momento dado.

«Tuve tres conversaciones con mi abuela y dos con mi padre antes de que dejara de atender mis llamadas. Y luego él me dijo, ¿puedes poner todo esto por escrito?».

Sus detractores dicen que la pareja quiere el glamour de sus cargos sin la dedicación que requiere o el escrutinio que conlleva. Para sus partidarios, su trato muestra cómo una institución británica obsoleta ha arremetido contra una mujer moderna y birracial.

MENTIRAS Y LÁGRIMAS

También ha habido acusaciones de intimidación contra Meghan que aparecieron por primera vez en el periódico The Times antes de la comparecencia de la pareja. El Palacio de Buckingham dijo que investigaría las acusaciones, añadiendo que estaba «muy preocupado».

Meghan dijo a Winfrey que las personas dentro de la institución real no solo no la protegieron contra acusaciones maliciosas, sino que también mintieron para proteger a otros.

«Fue solo una vez que nos casamos y todo comenzó a empeorar cuando llegué a comprender que no solo no estaba protegida, sino que ellos estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia», dijo Meghan.

Meghan desmintió la noticia de un periódico de que había hecho llorar a Catalina, duquesa de Cambridge, antes de la boda y dijo que fue un punto de inflexión en sus relaciones con los medios de comunicación y el palacio.

«Unos días antes de la boda ella (Catalina) estaba molesta por algo, perteneciente a sí el tema era correcto sobre los vestidos de las niñas de las flores, y me hizo llorar. Y realmente hirió mis sentimientos».

Meghan, que dijo que no les habían pagado por la entrevista, reconoció que no se había dado cuenta de lo suponía casarse cuando entró en la monarquía británica y que «entró en ella ingenuamente».

La pareja también reveló que Meghan, que está embarazada de su segundo hijo, esperaba una niña.

Enrique dijo que Meghan le había «salvado» de su cautiva vida real. «No estoy de acuerdo, creo que nos ha salvado a todos. Tomaste una decisión que ciertamente salvó mi vida», dijo Meghan.

«Esto es, en cierto modo, sólo el principio para nosotros».

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