El humor político, ha sido definido como un arte, específicamente de compromiso político y social. En Venezuela tiene una larga tradición y va de la mano de la crítica política.
En la actualidad ese humor político intenta sobrevivir a la crisis. La “triste realidad” está allí, la vivimos, la sufrimos y la sobrevivimos desde o a pesar de la polarización. Impera una suerte de acuerdo político sobre la crisis multidimensional, pero la fractura política dominante nos impide llegar a pactos y compromisos. Desde la estrechez de la polarización la definimos, abordamos, señalamos causas y consecuencias en un mundo de buenos y malos. Queremos que el país salga adelante pero cada quien “jala” para su lado, convencido de que es el correcto.
Sin embargo, en un contexto crítico aun somos capaces de reírnos de nosotros mismos. En Venezuela es y ha sido de gran importancia el humor político que acude o se vale de diversas estrategias comunicacionales. La caricatura política constituye una mirada humorística de la realidad en un tiempo y espacio determinados; revela tensiones y emite mensajes de denuncia no subordinados al discurso de quienes detentan el poder. El comic consiste en la narración de una historia mediante ilustraciones que se complementan con un texto. Combina lo lúdico con la sensibilización, la denuncia, la crítica y una intención transformadora de la realidad, de la mano de unos personajes que acuden a un discurso social, político e ideológico. Cobra así sentido en un tiempo y espacio determinados. Los dibujos animados juegan en el tablero político y se los define como una herramienta del poder blando, entendido como la capacidad de influir sin obligar. Apuntan a la dicotomía del malo y el bueno, suerte de división en blanco y negro. Los protagonistas encarnan los valores de cada lado del conflicto, en una confrontación por diversos medios en la que gana el bueno.
Como antesala de navidad, aparece el superhéroe criollo indestructible “Superbigote”. Dibujo animado que esperemos no apuntale el conflicto y la desaparición del otro. Que apunte a la despolarización en un país donde cabemos todos, que no es blanco y negro, es colorido y con mucho sentido del humor. Un país de superhéroes y superheroínas de la lucha cotidiana.
@maryclens