Las marchas en Colombia, que continúan después de más de dos semanas, claman hoy contra la violencia sexual contra las manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad, después de que se denunciaran hasta 16 casos durante estos días de protestas multitudinarias.
Por: El Espectador de Caracas con información de La Patilla
“Si así son de bonitas todas las manifestantes, dan ganas de gasearlas a todas”, denunció una mujer que le dijo un agente de la Policía durante una de las marchas de estos días.
Además, ayer se conoció el caso de la muerte de una menor de edad, supuestamente por suicidio, después de que denunciara tocamientos y abusos sexuales en una comisaría en la ciudad de Popayán, Cauca (suroeste).
Con pancartas de “Policía, no me violes” o “Las mujeres no somos botín de guerra” y con gritos contra el patriarcado o los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad, dos centenares de personas se congregaron hoy, en una de las protestas convocadas, frente al Comando de Atención Inmediata (CAI), una especie de comisaría, del barrio La Soledad, en Bogotá.
“Las mujeres estamos haciendo un plantón para rechazar una vez más -porque no es la primera vez- que la fuerza pública, la Policía y el Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios) violan a las mujeres, las retienen, las torturan”, alegó a Efe en la protesta María Eugenia Ramírez, feminista y activista de Mujeres por la Paz.
ACUSACIONES DE TOCAMIENTOS
Las mujeres salieron en apoyo de la menor de Popayán que denunció en sus redes sociales que varios policías la agarraron cuando estaba grabando un video en una protesta.
“Me bajaron el pantalón y me manosearon hasta el alma”, expresó la menor.
La abuela de la menor denunció que cuando regresó de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) a donde la llevaron, volvió con moretones en el cuerpo y le dijo que la habían manoseado. La menor apareció inconsciente en su casa este jueves, supuestamente tras suicidarse, y la llevaron a un hospital, donde no pudieron reanimarla.
La Policía se defendió este jueves diciendo que los hechos no eran verdad, ya que la joven no estuvo en dependencias policiales porque detectaron que era menor de edad y fue devuelta a su abuela en perfecto estado, como alegó el comandante de la institución en Popayán, general Ricardo Alarcón.
LA VIOLACIÓN COMO ARMA DE GUERRA
La ONG Temblores, que está siguiendo de cerca los abusos policiales cometidos desde el 28 de abril en las protestas de todo el país, denunció, además de 39 homicidios y 2.110 hechos de violencia, 16 casos de violencia sexual y 3 de género.
“Sabemos que nosotros estamos teniendo un subregistro simplemente porque no nos alcanza a llegar a toda la información y porque no todas las personas violentadas denuncian”, explicó hoy a Efe la investigadora de esta ONG Emilia Márquez.
“Algo muy específico a las protestas de estos días, que es súper importante mencionar, es que muchas veces la violencia sexual está atada a tipos de violencia que inclusive se pueden catalogar como tortura”, señalo Márquez.
Diana Fernanda Díaz fue víctima de “un acto carnal y violentamente por policías del Esmad”, según denunció ella misma en sus redes sociales.
Pasó el 30 de abril en una manifestación en la ciudad de Cali (suroeste), epicentro de las protestas, cuando la Policía dispersó a un grupo de diez personas con gases y aturdidoras separando a las mujeres.
“En ese momento se acercó uno del Esmad y abusó de mí, en presencia de todos sus compañeros incluida una mujer, a la cual le expresé mi descontento”, explicó la joven entonces. La Policía volvió a negar los hechos.
“Esta no es una práctica que se inventó ahorita la Policía en estas manifestaciones, sino que es un tipo de violencia que ha pasado en contextos bélicos desde hace muchísimo tiempo”, subrayó la investigadora de Temblores.
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