Manchester United se reencontró con el triunfo y derrotó 2-1 al Liverpool en la tercera jornada de la Premier League.
Resucitó el equipo de Ten Hag cuando más lo necesitaba, venciendo a uno de sus máximos rivales históricos y cortando una racha de los ‘Reds’ de 21 partidos consecutivos sin perder en la competición doméstica. Un choque muy serio de los ‘Red Devils’ con Carlos Henrique Casemiro presenciando el encuentro de su nuevo equipo desde el palco, viendo como el United terminó con una racha negativa de un sólo triunfo en los 12 últimos enfrentamientos contra el Liverpool que solo inquietó a De Gea en la recta final y que languidece en la clasificación de la Premier, decimosexto con dos puntos de nueve posibles. Por su parte, el United coge oxígeno con la primera victoria de la temporada que le permite escalar hasta la decimocuarta plaza.
La presencia en Old Trafford del excentrocampista del Real Madrid, que no jugó a la espera del visado, ha surgido como soplo de aire fresco para la afición del United, una ilusión para un público que sólo ha vivido malas noticias de su equipo en los últimos tiempos. El brasileño dio suerte al conjunto del neerlandés Erik Ten Hag, que jugó su mejor partido de la época reciente.
Empezó el Ten Hag con Ronaldo de suplente, como ya ocurriera en la primera jornada liguera. Sin referencia arriba con Sancho, Elanga y Rashford alternando en ataque, los ‘Red Devils’ jugaron su mejor encuentro y a los 10 minutos de partido Elanga ya se topó con el palo izquierdo de Alisson. Esto fue el primer síntoma del mal momento del Liverpool, sin Thiago, Keïta ni Darwin Núñez, y con muchos problemas para cubrir la espalda de sus centrales.
De esta forma llegó el primero del United al cuarto de hora.Una gran jugada individual de Sancho que recibió en el punto de penalti un pase de Elanga, recortó dejando en el suelo a James Milner y Van Dijk, chutando a placer por bajo junto al poste izquierdo. Las debilidades del Liverpool con las bajas de Fabinho y Thiago en la primera parte fueron muy bien aprovechadas por los de Ten Hag. Con intensidad y una presión bien estructurada y, sobre todo, bien ordenada, el equipo de Erik Ten Hag se fue al medio tiempo con una ventaja que necesitaba tras la crisis en la que estaba metido.
No se dio por vencido el Liverpool que terminó muy bien la primera mitad y siguió el guión al principio de la segunda, acomodado en campo rival y estuvieron muy cerca de igualar la contienda tras un despeje defectuoso de Fernandes que paró Lisandro con el pecho sobre la línea. Sin embargo, los problemas defensivos volvieron a aparecer en el Liverpool y Rashford no perdonó un mano a mano con Alisson tras un gran pase entre líneas de Martial. Con el 2-0 el ‘Teatro de los Sueños’ era una fiesta.
Apretó el Liverpool en el último cuarto de hora, pero De Gea evitó en varias ocasiones el gol visitante, hasta que Salah aprovechó un gran disparo de Carvalho que el español no pudo retener. El balón quedó muerto y el egipcio lo materializó. Con el 2-1 el Liverpool lo siguió intentando pero un choque muy serio de la zaga local evitó el empate y la fiesta se desató en Old Trafford.
Al cierre de la jornada 3 Manchester United y Liverpool están de la mitad de la tabla hacia abajo ocupando las posiciones 14° y 16° respectivamente. El Arsenal invicto con tres victorias al hilo es el líder en solitario.