Ricardo Gil Otaiza: Mañana de aniversario

Opinión

Ricardo Gil Otaiza: Mañana de aniversario

Mañana 27 de octubre estará de aniversario el Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes (ULA): cumple 47 años de trasiego por el mundo del libro, con énfasis en los textos y autores universitarios. Lo dije en otra columna, pero no me canso de repetirlo: esta es mi casa editorial, y de centenares de profesores, dentro y fuera de la geografía andina, quienes hallamos en esos espacios eco a nuestros sueños e ilusiones. Y lo digo para quienes no son de estas tierras: fue tal el impacto del Consejo de Publicaciones de la ULA en la vida cultural de Mérida, de la región y el país, que se posicionó con fuerza y pegada, todo lo cual se hizo palpable en su amplio catálogo y desde que naciera, primero el Salón del Libro Universitario, con el profesor y amigo Roberto Chacón a la cabeza, hasta que años después se transformara en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU): todo un referente dentro y fuera de Venezuela, y en la que muchos apostamos por su institucionalización.

En mi caso particular, y como lo expresé la vez pasada, esta casa editorial me abrió sus puertas hasta la entrada de la crisis nacional, que dio al traste con el Consejo, con la Feria, y con las esperanzas de millones de venezolanos que optaron por marcharse del país. No me conformé con ser un autor más del Consejo, sino que me puse a la orden de sus diferentes equipos directivos, para prestarles todo mi apoyo, y lo hice en cada una de las versiones de la Feria, como presentador de obras y como panelista en distintos foros y eventos. Claro, debo reconocerlo, esto no era para mí un sacrificio, sino una enorme satisfacción personal, dada mi vena como profesor, lector y escritor.

Por las redes circulan fotografías en las que me hallo presentando libros de autores como Teódulo López Meléndez y Alberto Jiménez Ure, y en la grata compañía de colegas escritores y buenos amigos, como Victoria De Stefano, Denzil Romero, Jesús Serra, Simón Alberto Consalvi, y algunos otros de muy grato recuerdo, quienes partieron de este mundo. Y así lo hice hasta el 2016, año de la última Feria, que ya fue reducida de tamaño (en el Hotel La Pedregosa), pero llena aún de entusiasmo. El encuentro fue entre el 17 y el 25 de junio, y en mi corazón se agolpaban las nubes grises, presagiando el cese de una experiencia libresca, que alcanzaría ese año 19 ediciones ininterrumpidas.

Este 47 aniversario el Consejo de Publicaciones lo rememora sin Feria y sin producción de libros, pero con la fe puesta en un resurgir, que tendrá que llegar, porque después de la tormenta llega la calma. Nada es eterno, ni siquiera las crisis, porque siempre habrá soñadores, gente dispuesta a restearse por un país mejor. Mientras tanto, esta casa editorial pone a disposición del público lector todo su inmenso catálogo, en el que podrá hallar obras de disímiles áreas del conocimiento, y también de literatura.

Como lo afirmé en mi anterior artículo, cada lunes y martes, y en horas de la mañana, el personal del Consejo pone en exhibición su acervo bibliográfico, y ya podrán los interesados acercase a sus instalaciones para adquirirlo. Algunos lectores me escribieron al correo solicitándome información sobre títulos, y fiel con la promesa hecha, redireccioné sus mensajes al correo de la doctora Maja El Halah Mile, quien de inmediato les dio respuesta. Otros, más cercanos, que tienen acceso a mi número y al WhatsApp, me expresaron su regocijo y hasta me anunciaron que tocarían a sus puertas para la ver la posibilidad de una edición, a los que, como habrá de suponerse, hice la aclaratoria respectiva, porque una cuestión es que se esté dando una fase de exhibición y venta de sus publicaciones, y otra muy distinta es que ya cuente con un presupuesto millonario que le permita publicar. No obstante, en lo particular, cifro mis esperanzas de ver un renacer total de mi casa editorial, que la lleve a reconquistar los espacios perdidos.

Les dejo una pequeña lista de libros que podrán adquirir a precios irrisorios, pero que continúan teniendo vigencia. Como podrán suponer, el catálogo es muy grande, imposible de meter en un artículo de prensa, pero los títulos que adelanté la vez pasada, como estos otros que hoy agrego, dan cuenta del gran espectro de acción del Consejo de Publicaciones, y de sus amplias miras librescas. En realidad, y sin ánimos de especular, en sus estantes y depósitos hay libros para todos los gustos e intereses lectores. Lo humano y lo divino se dieron la mano en esta casa.

Hermenéutica. Interpretaciones desde Nietzsche, Heidegger, Gadamer y Ricoeur, de Mauricio Navia y Agustín Rodríguez; Fundamentos de Ortopedia y Traumatología, de José Campagnaro; La investigación documental paso a paso, de Niria Suárez; Datos para la historia de la Diócesis de Mérida, de Gabriel Picón Febres; Inteligencia artificial para supervisión de procesos industriales, de Joseph Aguilar Martin; Ortografía esencial, de Martha Estrada; Fundamentos básicos para el diagnóstico clínico periodontal, de Lorena Dávila y otros; Terapias biológicas en psiquiatría, de Jesús Sánchez; Estudios sobre pensamiento antiguo, de Mariano Nava Contreras; La fe por la palabra. Estudios y traducciones literarias de Basilio Tejedor; La escalera en la palma y otras ficciones, de Miguel Enrique Alonso, y La imagen poética. La asonada americana, de Julián Malatesta.