El candidato del Gran Polo Patriótico, Nicolás Maduro, ratificó que la oposición extremista está desesperada y por tanto es fundamental que el Pueblo esté alerta, por esa razón, no puede convocar con antelación su participación en las movilizaciones a que “me tengo que cuidar porque los asesinos de la derecha fascista tienen sicarios por ahí tratando de hacerme un daño”.
Así lo denunció en la parroquia Concepción del municipio Iribarren en el estado Lara, donde sostuvo que “yo voy en manos de Dios, protegido por el poder creador”.
Asimismo, enfatizó que en su rol como jefe de Estado es su deber preservar y cuidar la paz de Venezuela, “de las conspiraciones de la derecha fascista, de la mano del imperialismo”.
“La derecha fascista está desesperada, saben que le vamos a dar una pela el 28 de julio, ya lo saben. Los demonios y las demonias del fascismo están desatados, quieren hacerle un daño al país como sea”, advirtió.
En ese sentido, el candidato afirmó que conoce los planes de la derecha fascista, “están promoviendo el odio y la división entre los venezolanos otra vez”.
“Están apostando que haya una tragedia, que pase algo grave o cualquier otra hecatombe”, aseguró, con la finalidad de afectar el desarrollo de la Elección Presidencial.
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