La reina del pop, Madonna, causó sensación después de que a través de sus redes sociales la cantante mandara un mensaje a nada menos que a la máxima autoridad del Vaticano, el Papa Francisco Bergoglio.
Por: Espectador de Caracas con información de 800 Noticias
Ya que a través de su cuenta oficial de Twitter, la legendaria cantante estadounidense pidió una reunión con el Papa con el objetivo de confesarse, pues aseguró que han pasado “algunas décadas desde mi última confesión”.
A través de un juego de palabras, la interprete de “Like A Virgin” dijo que juraba ser una buena católica. “I swear” lo que puede traducirse como jurar o maldecir, por lo que dijo “I mean I don’t swear/Quiero decir, yo no maldigo”.
Además de esto, preguntó si era posible que pudieran juntarse para “discutir asuntos importantes”, pues la cantante dijo haber sido excomulgada tres veces lo que “no parece justo”.
Lo anterior también lo hizo público a través de una conversación con la radio italiana en la que confesó que le gustaría tener una cena con el santo pontífice a pesar de la excomunión y la ríspida relación que sostiene con la iglesia católica.
Y es que las aseveraciones de la cantante, a pesar de no ser del todo ciertas, pues en efecto ha sido excomulgada, solo lo ha sido una vez. Aunque eso sí, ha hecho enojar a la iglesia a través de los años en varias ocasiones.
La ira de Juan Pablo II
La ira comenzó con el estreno de su controvertido videoclip de “Like a Prayer”, transmitido por el canal MTV en 1989, en el video se puede observar una violación de un grupo de hombres blancos en contra de una mujer quien se refugia en una iglesia.
Ahí encuentra la figura de un santo que cobra vida, un hombre negro que había sido arrestado al tratar de socorrerla y que para el final del video termina teniendo relaciones sexuales con Madonna. Esto no gustó a la sociedad conservadora estadounidense, quienes terminaron boicoteándola.
A esta campaña en contra de Madonna, se sumó también el Papa Juan Pablo II, quien ante el escándalo y la petición de diversas comunidades católicas, excomulgó a la cantante y dedicó un comunicado en contra de la estadounidense en la que catalogó el video de sacrílego y prohibió la entrada de su música e imagen en el país, considerándolo “uno de los espectáculos más satánicos de la historia”.
Después de esto, y a modo de respuesta, vino el tema de “Express Yourself” en la que la cantante habló acerca de la libertad de expresión y la sexualidad de la mujer. El boicot, lejos de opacarla, la había enaltecido.
Y así su fama aumentó al igual que su valentía. Ya que en el 2006 la reina del pop, en uno de sus conciertos en Italia por su gira Confessions Tour, decidió hacer un show para no olvidar su paso por Roma.
Durante el espectáculo, la reina del pop decidió que era una gran idea hacer una representación de la crucifixión. Pero ella sería la que se sometería a ello en una cruz brillante y con una corona de espinas. Esto le valió que el Papa Benedicto XVI la llamara blasfema y lo catalogara como “una profanación a la cruz”.
Dos años después en su gira Sticky and Sweet, en la que pasó por Roma, interpretaría sin ningún reparo la canción que le valió el más alto castigo que la iglesia le dio: “Like a Prayer”. Pero a demás se la dedicó a Benedicto.
Pero no es la misma situación con Francisco del que ha dicho parecer abierto de mente. Por eso la invitación cordial pero coqueta de la famosa cantante.