El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró este lunes la participación de su país en la Alianza Global de Biocombustibles, lanzada el pasado fin de semana en el marco de la cumbre de líderes del G20 en la India, entre un impulso de la producción de etanol de la nación suramericana.
«Todo el mundo sabe qué papel juega Brasil en el etanol como alternativa al petróleo. Esta es la decisión más feliz para Brasil, ya que hemos estado luchando por ella», aseguró el presidente brasileño en una rueda de prensa en Nueva Delhi celebrada tras la cumbre de líderes del G20.
La Alianza Global de Biocombustibles (GBA, por sus siglas en inglés) fue lanzada el pasado sábado por el primer ministro de la India, Narendra Modi, durante un evento en el que estuvieron presentes Lula y los líderes y representantes de gobierno de Argentina, Bangladesh, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Mauricio, Singapur.
La alianza es una iniciativa de la India para acelerar la adopción global de biocombustibles facilitando avances tecnológicos para el uso de combustibles sostenibles, y «pretende servir como plataforma catalizadora, fomentando la colaboración global para el avance y la adopción generalizada de biocombustibles», según el Ministerio de Exteriores de la India.
Brasil, uno de los mayores productores de etanol del mundo, está mostrando un aumento exponencial de su producción de etanol de maíz, adicional a su derivado de la caña de azúcar, lo que supone un aumento de su consumo, con un especial interés del Gobierno en promover el uso de energía limpia.
Los compromisos para el uso de energías renovables son un asunto relevante en la agenda de Lula, tanto en este mandato como en su gobierno anterior.
«Recuerdo que en 2008 la Unión Europea dijo que usaría un 10 % de etanol para 2020, algo que no sucedió. Recuerdo que incluso Japón dijo que le iba a agregar un 3% a determinada gasolina, eso tampoco sucedió», recordó hoy el mandatario que insiste en «que es necesario limpiar el mundo».
Durante la cumbre de Nueva Delhi, los líderes del G20 acordaron triplicar la capacidad mundial de generar energías renovables antes de 2030. Ahora con la presidencia del grupo en manos de Brasil, se espera que Lula promueva mayores compromisos, especialmente de los países industrializados, en el uso de energías verdes.
En su intervención en la plenaria, Lula remarcó el mayor compromiso de los países ricos, quienes han contribuido más al calentamiento global, a soportar los mayores costos de combatir la crisis. EFE
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