El venezolano Luis Arráez era el hombre correcto para liderar el plan de ataque de los Mellizos.

Por: Espectador de Caracas con información de 800 Noticias

Enfrentando este domingo 5 de junio a uno de los lanzadores más dominantes de la Liga Americana, Minnesota se apoyó en un par de elementos claves para doblegar a Kevin Gausman y llevarse el triunfo 8-6 sobre los Azulejos: paciencia y buena vista.

“Todo lo que hicimos fue salir a jugar y tomar unos turnos increíbles al comienzo del juego”, dijo el manager de los Mellizos, Rocco Baldelli, después del último de la serie en el Rogers Centre. “Tuvimos un buen plan”.

La forma en la que afrontó Arráez los turnos fue el ejemplo perfecto de dicho plan. Los Mellizos fueron inteligentes a la hora de hacer swing, evitando en lo posible tirarle a la recta de dedos separados (splitter) y también tratando de no hacer swing a pitcheos malos.

Fue ciertamente una de esas situaciones donde es “más fácil decirlo que hacerlo”, pero eso es lo que ha estado haciendo Arráez todo el año. El bateador designado se embasó cinco veces el domingo, sumando cuatro hits, un boleto y dos carreras anotadas para tomar el liderato de bateo de la Liga Americana (.358) y mantener su puesto en la cima del departamento de promedio de embasado (.447).

“Yo sólo trato de hacer las cosas lo mejor que puedo”, dijo Arráez sobre sus éxitos con el madero. “Yo sólo quiero batear todos los días, cada vez que salga al terreno. Trato de hacer mi trabajo y nunca cambio mi plan”.

Ya en su cuarta temporada en las Grandes Ligas, Arráez ha demostrado que este nivel de consistencia es una realidad para él. El joven de 25 años exhibe un promedio de .320 de por vida, con un OBP de .386. Se embasó en todos los juegos de la serie contra Toronto y ahora batea .358 esta campaña, por encima del .356 de Tim Anderson de los White Sox.

“Él batalla mucho para poder ver el pitcheo que quiere batear”, dijo Baldelli. “Eso es lo que realmente hace bien y es como la clave de cada turno que toma. No es fácil hacer eso, tener una forma de afrontar los turnos tan consistente, refinada y buena. Cualquiera que haya jugado pelota tiene problemas con eso de vez en cuando. Pero él hace eso demasiado bien”.

“Hoy fue un clásico juego de Luis”.

El duelo entre Arráez y Gausman siempre iba a ser uno de los temas más interesantes a seguir el domingo. El abridor de los Azulejos ha acumulado un montón de ponches y se ubica en el percentil 100 cuando de obligar a los rivales a tirarle a envíos fuera de la zona de strike se trata, confiando siempre en su splitter para despachar a los contrarios. Arráez, por su parte, tiene más boletos que ponches y no tiende a buscar envíos en bola.

Esta vez, el bateador terminó venciendo, consiguiendo dos hits ante Gausman – que fue retirado del juego antes de terminar el cuarto inning – para ayudar a encender la ofensiva de los Twins en un juego en el que terminaron dando 16 hits, un tope para ellos esta temporada.

“Es como si está encendido todo el tiempo y eso no es normal”, dijo Baldelli. “No se engolosina. Pienso que su mentalidad es distinta a la de la mayoría de los muchachos, en el sentido de que sale al terreno sabiendo lo que está tratando de hacer. Y no importa cuántas veces lo hace, siempre consigue la oportunidad de poder hacer ese tipo de swings”.

Parte de esa consistencia viene de no complicarse mucho. Mientras más simple, mejor. Parecido a su plan en el home, Arráez ha mantenido una rutina constante antes de los juegos, una que no envuelve mucho trabajo en la máquina de bateo o swings durante la práctica.

Aunque ha dado un solo jonrón este año, Arráez tiene un OPS de .854 en el 2022, en gran parte gracias a su habilidad para dar líneas por todo el terreno una vez que finalmente encuentra el pitcheo que le gusta.

“Es difícil lanzarle a este muchacho”, resumió Baldelli.

Ese ha sido el caso todo el año. Incluso cuando enfrenta a un potencial candidato al Cy Young.