25 de noviembre de 2024 1:00 PM

Los problemas de la vivienda y su influencia en la salud

Los problemas de la vivienda tienen una notable influencia en la salud, aunque muchas veces esto pase desapercibido. Las características de la casa son factores que promueven la calidad de vida o contribuyen a enfermar a quienes habitan en ella.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

Se estima que alrededor de 2000 millones de personas en el mundo no cuentan con un retrete en su hogar. En los países en desarrollo, 2 de cada 3 familias requieren una casa de mayor calidad. Al mismo tiempo, unas 14 millones de personas se quedan sin hogar cada año.

Por todo ello, es muy importante solucionar los problemas de la vivienda. Este es un objetivo que debe comprometer también a los gobiernos.

Los problemas de la vivienda y su influencia en la salud

Hay varios problemas de la vivienda que tienen un impacto importante en la salud. Dentro de ellos, se encuentran los siguientes.

Problemas en los pisos

Muchas viviendas en el mundo no cuentan con un piso de cemento. Hay un número considerable de hogares en los que los pisos son de tierra.

Esto facilita la presencia y asentamiento de parásitos y alimañas en el hogar. Esto es muy nocivo si hay niños o personas con el sistema inmunitario debilitado.

Paredes

Cuando las paredes están mal construidas o se elaboran con materiales inadecuados, tienen un efecto similar al de los pisos de tierra: presencia de alimañas y parásitos. Además, tienen un riesgo mayor de derrumbe y no ofrecen un aislamiento térmico adecuado para quienes habitan allí.

Techos deficientes

Otro de los problemas de la vivienda más comunes son los techos deteriorados o inadecuados. Si no están bien construidos, promueven la humedad. Esta, a su vez, trae consigo la formación de moho y otros hongos.

Iluminación y ventilación

Contar con ventanas es muy importante, ya que estas aportan iluminación y ventilación a la casa. Sin embargo, en algunos lugares se requieren mosquiteros y no todos los poseen.

Así mismo, cuando los vecindarios son inseguros, las personas tienden a sellar sus ventanas o a reducirlas, privándose de la luz y el aire fresco.

Energía

Todavía hay muchas viviendas en las que se cocina con madera y carbón. Esto genera un humo que resulta nocivo para el sistema respiratorio.

De otro lado, en especial en países desarrollados, los sistemas de calefacción y de ventilación muchas veces no son tan eficientes como se requiere. Esto lleva a que no haya un control adecuado de la temperatura dentro del hogar.

Poco espacio

El hacinamiento es un problema cada vez más común en el mundo moderno. Se define como la relación entre el espacio disponible y el número de personas que habitan una casa.

Aunque no es una medida universal, hay hacinamiento cuando más de 3 personas deben dormir en la misma habitación. En algunos hogares, el espacio es compartido también con animales.

Agua y servicios sanitarios

Este es un factor crucial para la buena salud. Se trata de uno de los problemas de la vivienda que afecta a numerosas familias y que incrementa de manera notable el riesgo de sufrir enfermedades. Contar con agua potable y servicios sanitarios en el hogar es determinante para prevenir enfermedades.

Entorno

Una vivienda adecuada debe ser accesible. Esto supone una ubicación que no implique riesgos y unas características que faciliten la movilidad de niños, adultos mayores y personas con discapacidades. Así mismo, el entorno debería estar libre de contaminación y sin peligro de catástrofes o inseguridad social.

Problemas de salud a causa de la vivienda

Los problemas de la vivienda pueden tener un impacto directo sobre el estado de salud físico y mental de una persona. Dentro de las posibles consecuencias derivadas de esto se encuentran las siguientes.

Afectación de la salud mental

El hacinamiento facilita el abuso sexual y la violencia intrafamiliar. Así mismo, incrementa los niveles de estrés y depresión, al tiempo que contribuye a una baja autoestima. Si una persona no cuenta con un espacio vital adecuado, también tiene problemas para desarrollar su personalidad de forma autónoma.

De otro lado, un vecindario o un entorno peligrosos son un factor que hace a la gente más vulnerable a la ansiedad y al insomnio. También lleva a que las personas sean más proclives a convertirse en víctimas de delitos o agresiones.

Un estudio científico mostró que las personas que viven en lugares sobrepoblados tienen peor salud mental que quienes habitan en sitios con un menor número de habitantes.

Problemas respiratorios

Los lugares donde la estructura de la vivienda o los sistemas de regulación de la temperatura no son adecuados tienen un potencial mayor para convertirse en caldo de cultivo de las enfermedades respiratorias.

Así lo corroboran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). De otro lado, la mala calidad del aire, los problemas de ventilación y todo lo relacionado con esto incrementa el riesgo de padecer alergias.

Entre tanto, el hacinamiento lleva a que cualquier infección respiratoria se propague con facilidad a los demás habitantes de la casa, en especial si la ventilación es mala y no existe la posibilidad de aislarse. Esto llega a ser grave en casos de tuberculosis, por ejemplo.

Enfermedades gastrointestinales

Los problemas de la vivienda también pueden derivar en enfermedades gastrointestinales. Una casa inadecuada favorece la presencia de parásitos.

Enfermedad cardiovascular y materiales de la casa

Cuando la temperatura de la casa no se regula en forma adecuada, pueden sobrevenir fríos o calores extremos. Esto incrementa el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, en especial en las personas mayores.

A lo anterior debe sumarse el hecho de que algunas casas están hechas con elementos cancerígenos como el asbesto o tóxicos como el plomo. La exposición continuada, como resulta obvio, incrementa el peligro.

¿Cómo resolver los problemas de la vivienda?

Si una persona cuenta con recursos suficientes, quizás debería pensar primero en resolver los problemas de la vivienda y en tener una casa saludable antes que en otros gastos. Se debe priorizar lo siguiente:

  • Optimizar la higiene: esto comprende un manejo adecuado del agua y de la letrina o el baño, así como la adopción de hábitos saludables.
  • Mejorar la calidad del aire: nada mejor que tener suficientes ventanas, protegidas con mosquiteros si es el caso.
  • Humedad: arreglar los techos y emplear materiales adecuados en paredes y pisos es fundamental para reducir la humedad. El adobe, el ladrillo cocido, la madera y el bambú son materiales adecuados.
  • Climatización: lo ideal es optar por energías limpias. El gas natural es una buena opción si no se tiene acceso a energía solar o de otro tipo.
  • Accesibilidad: es necesario identificar los riesgos de movilidad para niños y adultos mayores. Luego, adaptar la casa para que no ocurran hechos fortuitos que se deban lamentar.

Una casa saludable es responsabilidad social

A veces, resolver los problemas de la vivienda está fuera del alcance de una persona, en especial porque no cuenta con recursos para ello. Es allí donde se hace evidente la responsabilidad de las autoridades, que también deben comprometerse con el tema.

Si la casa provoca problemas de salud, esto se transforma en mayor gasto para el sistema de seguridad social, más absentismo laboral y menor calidad de vida general. Por lo tanto, solucionar los problemas de la vivienda es un tema que nos compete a todos.

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