Al menos 1.8 millones de venezolanos han migrado a Colombia de acuerdo a la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), por diferentes motivos, huir de la violencia, la inseguridad, amenazas por parte del Estado, imposibilidad de poder adquirir alimentos, medicinas y otros servicios esenciales.
Sin embargo, Colombia no estaba preparada ni contaba con la experiencia necesaria para atender a esta población ni económicamente, ni con mecanismos que permitieran una regularización migratoria para poder acceder a un empleo formal y servicios sociales. Según explica De Justicia.
Un informe de la organización indica que la diáspora venezolana que ha llegado a Colombia a partir del año 2018 tiene niveles de escolaridad muy bajos y la mayoría con recursos económicos limitados, en comparación con otros connacionales que llegaron años antes. Esto “ha ocasionado que se enfrenten a mayores dificultades para acceder a la documentación necesaria para aplicar a un estatus migratorio regular”, explica De Justicia.
Las barreras que enfrenta los migrantes venezolanos son un reto para un país como Colombia que no cuenta con los recursos necesarios para afrontar la situación.
Radio Fe y Alegría Noticias conversó con la abogada Lina Arroyave Velásquez con respecto a las dificultades a la que se enfrenta la población migrante en Colombia. Ella considera que las principales barreras son legales, culturales y laborales.
“Hay desconocimiento por algunas empresas que siguen pidiendo la convalidación de títulos en profesiones que no las requieren. Algunas profesiones las requieren, pero son las que están reguladas por el Ministerio de Educación. En todo caso, sigue habiendo dificultades para convalidar los títulos de las carreras que sí están reguladas”, explicó la abogada
Agregó que de parte de la organización se está haciendo incidencia para que el Ministerio de Educación reduzca los costos de la convalidación de los títulos.
En cuanto a las barreras socioculturales, las investigadoras encontraron que sigue existiendo xenofobia.
“Las personas que hacen estos procesos (de selección de personal) hacen comentarios que son xenófobos”, dijo Arroyave Velásquez. También destacó el aspecto financiero, pues el acceso es limitado para lograr abrir una cuenta de nómina donde se deposite el salario del trabajador.
La desigualdad salarial que existe entre los empleados venezolanos y colombianos, pues las personas migrantes y refugiadas reciben 24,97% menos del salario mínimo (603 918,6 COP) que los colombianos (804 913,4 COP).
“Hay personas que por la necesidad ofrecen su mano de obra más barata. Incluso, personas profesionales como ingenieros y contadores que necesitaban el trabajo y le ofrecían menos del salario mínimo. A veces la necesidad los obliga a aceptar ese tipo de condiciones laborales y se vuelve una explotación y una vulneración a los derechos del trabajo porque, incluso, ni siquiera les están reconociendo ni pagando sus prestaciones sociales”, afirmó la abogada.
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