Las sospechas de fraude en las elecciones legislativas rusas, celebradas los pasados días 17, 18 y 19, han convertido a los comunistas, convidados de piedra durante más de veinte años en la política nacional, en una fuerza opositora dispuesta a impugnar las resultados en las calles.
Por: Espectador de Caracas con información de EFE
«Las falsificaciones en otros comicios son insignificantes en comparación con lo ocurrido durante esta campaña. Los resultados son ilegales. Nos negamos categóricamente a reconocerlos. No perdió el Partido Comunista, sino el pueblo ruso», comentó a Efe Nikolái Bondarenko, candidato a diputado por la región de Sarátov.