Los actos de piratería en todo el mundo cayeron a su nivel más bajo el pasado año desde que se establecieron las estadísticas por primera vez en 2008, señaló este lunes un órgano de seguridad marítima.
El Centro de Advertencia y Cooperación de Información Marítima (MICA en inglés), con sede en Francia de su sucursal de la Oficina Marítima Internacional (IMB en inglés), cuya base está en Malasia, indicó que habían notificado 300 actos de piratería y robo en 2022.
El IMB ya había anunciado en su informe trimestral de octubre que los actos delictivos se encontraban en su nivel más bajo desde 1992.
En el Golfo de Guinea, frente a la costa oeste de África y considerado un punto candente de la piratería, solo tres barcos fueron atacados el pasado año en comparación con los 26 ataques de 2019, precisó la MICA.
En la misma zona, el número de secuestros se redujo en los dos últimos años, desde los 146 en 2019.
«Nunca estuvo tan bajo», contó a la AFP el comandante Eric Jaslin, aunque advirtió que «nunca se sabe lo que puede traer mañana en términos de piratería»: «Aconsejamos que se continúe con la precaución».
Muchos antiguos piratas han recurrido a otras actividades como el refinado ilegal de petróleo o el transporte de crudo robado, apuntó Katja Lindskov Jacobsen, investigadora de la Universidad de Copenhagen citada en el informe.
Los robos en aguas territoriales -a diferencia de la piratería que se define como la que tiene lugar en alta mar- siguen a un alto nivel e, incluso, están en aumento en los estrechos de Malaca y Singapur, prosigue.
El tráfico de drogas y armas, el contrabando y los conflictos armados en el mar también continúan planteando peligros para la navegación, subrayó Jaslin.
El centro MICA se creó en 2016 para identificar y analizar situaciones e incidentes que afectan a la navegación marítima en todo el mundo y para advertir a las tripulaciones y los armadores de los peligros inminentes.
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