Linda D’Ambrosio: Lo que arrastran mis ríos

En 1999 la UNESCO proclamó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía. Se trata de una iniciativa que busca promover, en coincidencia con el equinoccio de primavera, la enseñanza de la poesía, los recitales poéticos y la diversidad lingüística.

El Universal / linda.dambrosiom@gmail.com

Es el caso que un venezolano protagoniza este año uno de los eventos más relevantes que se van a llevar a cabo en Madrid con motivo de la efeméride: se trata de Kelvin Herrera, en torno a cuya obra, Lo que arrastran mis ríos, se ha organizado una quedada poética. El evento se celebrará este miércoles en la emblemática librería Nakama Lib, y podrá seguirse también a través de internet.

A Kelvin lo acompañarán la conocida actriz española Inma Ochoa, quien dará lectura a los textos, y el percusionista venezolano Roberto Castillo, quien se propone conducirnos hasta la selva a través de la evocación de sus sonidos.

Y es que la obra de Herrera está signada por las vivencias que le deparó el hecho de haber nacido en Capure, una de las islas del Delta del Orinoco.

De este poemario se ha dicho que refleja tanto la lucha contra el agua, como la fusión con ella. En efecto, sus páginas trasladan al lector la experiencia interior del poeta, cuyos primeros años de vida transcurrieron en un ambiente en el que los acontecimientos cotidianos se encontraban determinados inevitablemente por el agua, que aparece en todas sus manifestaciones: “la unión de una misma sustancia, aunque cargada con distintas historias y caminos distintos”, dice el autor refiriéndose a la lluvia sobre el gran río.

Conviven en el libro la añoranza por la exuberancia del entorno, la aprensión ante la poderosa fuerza del torrente (“la tragedia se presiente en las noches/entre el fluir presuroso de las aguas”) o la melancolía al pensar en lo que, efectivamente, se llevó el río en su caudal. Así, evoca el poeta: “Así como el mar que abrazó tu alma/así como el mar que cubrió tu piel/y te llevó con él aguas adentro…”

Se trata de una sinestésica fusión de recuerdos, sensaciones y emociones expresados en versos libres y bellamente ilustrados por Kira Argounova, quien es literalmente co-autora de un libro que procura impactar en el ánimo del lector, estimulando varios sentidos a la vez. Kira también estará presente en el evento que se llevará a cabo el miércoles.

A veces, las propiedades del agua ilustran metafóricamente las cualidades de otro sujeto. Tal es el caso de la bailaora Carmela Greco, a quien Herrera, profundamente vinculado al flamenco, relaciona con el río en varios textos. En otras oportunidades, el agua conduce también de regreso hacia la costa, su costa, como describe en un texto dedicado a Antonieta Herrera Brito: “La corriente me arrastra hacia la desembocadura, no de la muerte sino del retorno, del retorno a la tierra de donde nunca debí salir”. Expresa así, de paso, la herida del emigrante.

Sus ríos son, también, trasunto de los múltiples cauces por los que fluye su propio quehacer, como pone en evidencia al dedicar la obra a su madre (“el origen de mis ríos”). Corre en efecto su talento por diferentes vertientes, puesto que se ha desempeñado con éxito en los ámbitos de la danza, el teatro y la poesía. Cursó estudios en el Pedagógico de Maturín, de donde egresó con honores, y allí se hizo responsable del Teatro Universitario, desarrollando una labor fecunda y reconocida.

Resulta meritoria y prolífica la trayectoria de este venezolano que, en lontananza, se mantiene vinculado a sus raíces y proyecta lo mejor de nuestro gentilicio, particularmente a través de su programa Nos tocó, que aparece semanalmente a través de Youtube.

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