22 de noviembre de 2024 12:08 PM

El desapego: una clave para la felicidad y el éxito

¿Qué responderías si te preguntan quién eres? Probablemente, harías referencia al lugar en el que vives, a tu estado civil, al trabajo que desempeñas o a tus posesiones. Al definirnos podemos ver a qué aspectos de nuestra realidad nos estamos apegando, ya que los hemos convertido en parte de nuestra identidad. La ley del desapego nos invita a ser más libres, a abrirnos a las posibilidades infinitas y a soltar el control de lo que nos rodea.

Dicho de este modo, puede parecer un concepto demasiado abstracto y difícil de llevar a cabo. Es cierto: no es sencillo de aplicar.

Sin embargo, es el camino para tener relaciones más saludables, alcanzar nuestras metas con mayor facilidad y, ante todo, vivir en un estado de calma y plenitud, alejados del miedo.

¿Qué es la ley del desapego?

La ley del desapego forma parte de las 7 leyes espirituales del éxito, promovidas por el escritor hindú Deepak Chopra. Su obra se basa en las leyes universales que gobiernan la creación, a nivel del macrocosmos (el Universo) y del microcosmos (el ser humano).

La ley del desapego hace referencia a la capacidad de renunciar al apego por los bienes materiales e inmateriales y abrirnos a la incertidumbre y sus potencialidades infinitas. Dicho de otro modo, consiste en desapegarnos de las posesiones, las identidades y las relaciones personales, para anclarnos a la confianza incuestionable en nuestro verdadero yo y en la vida.

Desapegarse no implica dejar de tener metas, dejar de disfrutar o mostrarnos fríos y distantes. Aún podemos tener posesiones materiales, proyectos a futuro y caminar hacia ellos, estableciendo relaciones profundas. La clave radica en soltar el control, en disfrutarlas, pero no necesitarlas, en que estos aspectos no nos gobiernen.

Las cuatro leyes del desapego

Este principio general se divide en cuatro leyes diferentes, que nos explican de forma más pormenorizada cómo abrazar el desapego en el día a día. Veamos en detalle cada una de ellas.

1. Eres responsable de ti mismo

Esta ley nos invita a abandonar el papel de víctima y hacernos cargo de nuestras circunstancias y nuestra felicidad. De nadie más que de uno mismo depende el propio bienestar. Así, es nuestra tarea tomar decisiones, ser valientes y responsabilizarnos de lo que nos sucede.

Hemos de dejar de regirnos por los mandatos y expectativas de otros. No deberíamos buscar la aprobación ni la valoración ajenas. Por el contrario, el objetivo está en alinearnos con quienes somos, con nuestros valores e intuiciones, y actuar de una forma acorde y congruente.

2. Vive el presente, acepta y asume tu realidad

Para todos es complicado vivir en el presente, ya que la mente divaga constantemente entre la tristeza por el pasado y la ansiedad por el futuro. No obstante, para alcanzar el éxito y la plenitud es importante enfocarse en el aquí y ahora, aceptando la realidad tal y como es.

Dejemos de sufrir, lamentarnos o culparnos por lo que sucedió, dejemos de luchar contra la corriente. Es momento de desapegarse del pasado y liberar la frustración que nos produce que las cosas no sean como nos gustaría. Asumir la realidad con calma y sin juicio es el primer paso para poder hacer un cambio.

3. Fomenta la libertad y permite ser libre también a los demás

La libertad es el estado más pleno, íntegro y saludable para transitar por la vida. Por ello, nuestras relaciones nunca han de ser de dependencia ni estar basadas en el miedo y el control. Al contrario, han de partir de una buena capacidad para estar solos, que nos permita escoger la compañía por voluntad y por placer.

Renunciamos a la libertad (propia y ajena) cuando tratamos de inmiscuirnos en las vidas de otros y solucionar sus problemas, así como cuando tratamos de controlarlos, manipularlos o complacerlos para que no se vayan de nuestro lado. Estas actitudes provienen del miedo y es necesario renunciar a ellas.

4. Asume que la pérdida va a suceder tarde o temprano

Esta última ley del desapego nos invita a asumir y abrazar la idea de impermanencia: todo pasa, todo fluye y el cambio es constante. Nada es eterno, nada perdura.

Tanto nuestras posesiones como nuestras relaciones se perderán en algún momento. Asumir esta realidad nos permitirá vivir más en paz.

¿Cómo aplicar la ley del desapego?

A raíz de lo anterior, ya habrás podido recopilar algunas ideas acerca de cómo aplicar la ley del desapego en tu vida. Sin embargo, aquí te ofrecemos algunos consejos sintetizados:

  • No busques controlar a los demás o imponer tus opiniones. Permite a cada persona ser.
  • Trata de no forzar las situaciones y de no obsesionarte con buscar soluciones. Vuelve a tu centro, encuentra la paz, confía y fluye con los acontecimientos.
  • Abraza la incertidumbre. No te apegues a deseos o metas rígidas y mantente abierto al cambio. Recuerda que cuando nada es seguro, todo es posible.
  • Deja de definirte en función de lo que posees y permítete todas las posibilidades de ser. Alinéate con tu verdadero yo y no dependas de la aprobación ajena.
  • Hazte responsable de tu vida y de tu felicidad. Que tus emociones no dependan de las circunstancias o las personas ajenas a ti. Tú eres tu centro.
  • Encuentra la semilla de la oportunidad en cada crisis y la lección en cada imprevisto.
  • Permítete disfrutar y vincularte por elección, no por necesidad.

Comenzar a practicar la ley del desapego puede ser complicado en un inicio. Estamos demasiado asentados en el miedo y la necesidad de control.

Sin embargo, podemos dar pequeños pasos diarios, al reaccionar con confianza y con una mirada abierta a todo lo que nos sucede. Con la práctica, estas actitudes se volverán más naturales para ti y verás que tu vida se transforma y la paz es tu compañera de camino.

Con información de Mejor con Salud

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