22 de noviembre de 2024 5:43 PM

Carolina Jaimes Branger: Levantarnos una vez más

Hace poco más de un mes se cumplieron 47 años de “The Rumble in the Jungle” (“La Pelea en la Selva”). El 31 de octubre de 1974 se llevó a cabo en Zaire (hoy República Democrática del Congo) una “batalla” de boxeo épica. Para muchos entendidos, está considerada la mejor de todos los tiempos: Muhammad Ali contra George Foreman.

El gran favorito era Foreman, quien había ganado sus últimas 40 peleas. Ali, por el contrario, no solo había peleado poco los últimos años, sino que venía de dos sonadas derrotas, contra Joe Frazier, el 8 de marzo de 1971 y contra Ken Norton, el 31 de marzo de 1973. Foreman, por lo tanto, parecía estar en mejor forma y años más tarde confesó que pensaba que noquearía a Ali en el primero o segundo round. De hecho, había ganado sus últimas ocho peleas antes del segundo asalto.

Frente a más de 100.000 personas comenzó la pelea. Ali soportó el primer round. También el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto, el sexto, el séptimo. En el octavo –y ante la sorpresa de todo el mundo– de un poderoso golpe a la mandíbula, noqueó a Foreman.

Manila, Filipinas, 1 de octubre de 1975. “Thrilla in Manila” (“Suspenso en Manila”). Muhammad Ali enfrenta a Joe Frazier, quien cuatro años antes lo había despojado de su título como Campeón Mundial de los Pesos Completos. Más de cuarenta grados de temperatura y catorce rounds en los que se golpearon brutalmente. Ali quería retirarse, pero su entrenador, Angelo Dundee, en una suerte de mantra, lograba que se volviera a levantar. Lo mismo hacía Eddie Fuch, entrenador de Frazier. El round 14 fue particularmente violento. Frazier estaba ciego del ojo derecho y con la mandíbula seriamente dañada. Ali estaba bastante maltrecho también, pero pudo propinarle a Frazier unos buenos golpes. Al irse a su esquina, Ali le dijo a Dundee que tirara la toalla, que no podía más. Dundee le dijo “al menos párate en el medio del ring”. Ali sacó fuerzas de donde no las tenía (en su biografía escribió “fue lo más cercano que he estado jamás de morir») y se levantó. En ese momento Fuch tiró la toalla de Frazier. Una de las mejores contiendas boxísticas de todos los tiempos.

Compatriotas venezolanos: que estas historias de un grande como Ali nos sirvan para entender que siempre podremos levantarnos una vez más. El régimen de Maduro está como Foreman y como Frazier, golpeado por todas partes. No es el momento de tirar la toalla, sino de plantarnos en el medio del ring.

El Nacional

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