Ministros de Educación y representantes de gobiernos de América Latina y el Caribe reafirmaron este miércoles su compromiso por promover políticas urgentes que ayuden a paliar las «pérdidas educativas» que dejó la pandemia en los niños de la región, quienes han perdido, en promedio, 1,5 años de aprendizaje.
Las autoridades educativas de varios países se reúnen esta semana en Bogotá para discutir y acordar medidas concretas que garanticen que todos los niños, especialmente los que están en situación de vulnerabilidad, desarrollen los aprendizajes básicos: lectura, escritura, matemáticas y competencias socioemocionales.
Luego de dos años de cierre de escuelas en la región, los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de diez años, alertaron el Banco Mundial, la Unesco y Unicef, impulsores, entre otros, de este encuentro en un comunicado.
Precisaron que los más jóvenes y los más pobres han sido los más afectados y que las evidencias preliminares de varios países muestran mayores pérdidas en la enseñanza primaria que en la secundaria y entre estudiantes en los niveles socioeconómicos más bajos.
«Las pérdidas de aprendizaje colectivas perjudicarán a América Latina y el Caribe en el futuro, exacerbando las desigualdades y poniendo en peligro el crecimiento económico», alertaron los organismos internacionales.
«CATÁSTROFE» EDUCATIVA
«Las pérdidas educativas en nuestros países representan una verdadera catástrofe, es urgente trabajar para revertirlas lo más pronto posible y con especial atención a los más jóvenes y los más vulnerables», advirtió el director regional de Desarrollo Humano del Banco Mundial, Luis Benveniste.
A esta idea se sumó el director regional de Unicef, Garry Conille, quien aseguró que la región está viviendo «una crisis educacional sin precedentes que tendrá repercusiones enormes y duraderas para toda la sociedad».
«Actualmente en nuestra región, por el efecto de la pandemia, se proyecta que 4 de cada 5 niños y niñas no sabrán leer un texto sencillo. ¿A qué futuro profesional y técnico podrían aspirar si, desde su infancia, no cuentan con las habilidades fundamentales del aprendizaje?», cuestionó.
Frente a esto, urgieron a los gobiernos a tomar acción ya que «revertir los costos educativos de la pandemia es una tarea primordial» y «la estrategia para lograrlo debe seguir enfocándose en el regreso a la escolaridad y la acelerada recuperación del aprendizaje, priorizando los contenidos esenciales y considerando desafíos como el bienestar psicosocial de los niños y las persistentes brechas digitales».
Estos esfuerzos también ayudarán a garantizar los aprendizajes básicos en el largo plazo y demandan un claro compromiso por parte de los responsables políticos, así como capacidad técnica y operativa y los recursos necesarios para desarrollarlos.
El encuentro forma parte de las iniciativas por el compromiso para la acción sobre los aprendizajes básicos, un mecanismo oficial impulsado a nivel global por el Banco Mundial, Unicef Unesco, Usaid, el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido (FCDO), y la Fundación Bill y Melinda Gates, y más recientemente, en América Latina y el Caribe, por el BID, el Diálogo Interamericano y la Secretaría de Educación de Bogotá.
Con información de EFE
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