La ilustre Universidad Central de Venezuela (UCV) está en el camino electoral de vencer cualquier sombra.

El proceso de renovación, tras casi tres lustros sin elegir nuevas autoridades, con un traspiés inicial el pasado 26 de mayo -fecha oficial de la primera vuelta- terminó concretándose en su primera fase, según sus estatutos, el pasado 9 de junio cuando cerca de 15% del padrón electoral habilitado para el evento electoral, según las cifras extraoficiales, fue a la máxima casa de estudios del país, a ejercer el voto.

En principio, el proceso se vio entorpecido por una jornada que no pudo llegar a feliz termino, producto de la ausencia de los cotillones electorales en los sitios y a la hora que debían arribar. Este incidente fue subsanado de cara a la nueva fecha y los ucevistas ejercieron el derecho al voto.

Según narraron los medios de comunicación, que con muchísima cautela hicieron seguimiento del proceso, aunque en un margen muy bajo, hasta que se hagan públicas las cifras oficiales de participación, los ucevistas fueron a dar nuevos aires al claustro universitario con la esperanza puesta en mejoras sustanciales para su alma mater.

Todos estos, miembros de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes, personal obrero y administrativo, jubilados y egresados; pusieron su granito de arena para la reinstitucionalización de la UCV. Vaya ejemplo para todos nosotros los venezolanos!.

El país necesita de ciudadanos comprometidos con la ruta electoral. De personas que se nieguen a abandonar la esperanza que representa el voto para la salida a la atroz crisis política, económica y social que vivimos.

¿Fácil? Para nada, pero más que necesario cuando tenemos la enorme oportunidad de las presidenciales previstas para el año 2024 a la vuelta de la esquina.

Cuando vemos declaraciones tan infames como las del señor Donald Trump aseverando que su esfuerzo por ayudar a Venezuela no es más que un burdo interés por apoderarse del petróleo venezolano, y todo ello con la anuencia de parte de la oposición criolla, estamos más que obligados a dejar definitivamente los atajos, absurdos por demás, y centrarnos hasta replicar lo que sucedido en la UCV.

El voto, lo hemos dicho sin cesar, es el mecanismo, pero un apartado especial me merece abordar la forma. ¿Votar por votar?, ¿Hacerlo sin valernos de la modernidad que estos tiempos suponen? Pues, hay que apuntalar al futuro y buscar los recursos tecnológicos de los que disponemos.

Así como veo el vaso medio lleno en el caso de la UCV, con la participación de un grupo importante de electores, debemos dejar por sentado la necesidad de dejar atrás procesos manuales que en nada facilitan los procesos de totalización.

No podemos despotricar del Consejo Nacional Electoral, en el caso de la primaria, si bien sabemos todos que será el árbitro que regirá cualquier comicio nacional. Es hora de hablar con la verdad al país, votar con las condiciones que nos ofrezcan transparencias a todos. Por Venezuela, esa es la ruta.

@griseldareyesq
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