El Villarreal y un gran planteamiento de Unai Emery, fueron los primeros en sacar a la luz carencias tácticas del Real Madrid, con pruebas de Carlo Ancelotti como apostar por Fede Valverde de lateral derecho, Nacho Fernández izquierdo o un centro del campo con un solo especialista defensivo, que rebajaron la eficacia y el nivel goleador del equipo blanco.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
«No pienso que el planteamiento fuera erróneo, era correcto», defendió Ancelotti tras el segundo empate en el arranque de una temporada que mejora los números de las dos primeras Ligas dirigidas en el Real Madrid. No ganó ninguna de ellas. En ninguna firmó 17 puntos de 21 posibles. En el que hasta la fecha era el mejor inicio, la temporada 2013-14, encajó una derrota a la séptima jornada en un derbi madrileño ante el Atlético de Madrid.
Sin embargo, el liderato firme madridista no esconde la oportunidad que dejó escapar de asestar un golpe a sus rivales por el título tras la derrota del equipo de Diego Simeone en Mendizorroza y la inestabilidad en la que se ha instalado el Barcelona de Ronald Koeman. Ancelotti sorprendió situando a Fede Valverde de lateral. Una decisión que mermó el potencial del centro del campo, donde su equipo comenzó a perder la batalla ante el Villarreal.
La zona del campo que Emery reforzó con especialistas como Capoue, Coquelin y Dani Parejo juntos, el Real Madrid se encontró con Casemiro como único especialista. Sin el balón, que llegó a estar en una posesión de un 71 por ciento para el rival, y con tantos espacios que cubrir que acabó dejando una imagen de superación, impropia del brasileño.
El premio al partido de Marco Asensio, con su triplete al Mallorca, y la presencia de Luka Modric, rebajó el músculo. El equipo blanco añoró a Toni Kroos. A un especialista que ayudase a Casemiro en sus labores. Hasta la entrada de Eduardo Camavinga no tuvo el balón y Thibaut Courtois emergió como el salvador, con varias paradas de mérito que evitaron la derrota.
DE PROMEDIAR 3,5 GOLES POR PARTIDO A UN SOLO DISPARO A PUERTA
Los problemas madridistas no se resolvieron con la posesión. Le faltó fluidez ofensiva, orden en la presión, ocasiones para desbordar en el uno contra uno. «Durante la primera parte no presionamos suficiente y les dejamos jugar. Nos faltó algo de intensidad sobre el terreno de juego», analizó David Alaba que se consagra como jefe de la defensa y deja la sensación de poder aportar más en ataque.
Alaba se dejó caer en ocasiones al costado izquierdo en fase ofensiva para poner algún centro al área. Era labor que no cumplió Nacho, jugando a pierna cambiada, sin ninguna profundidad y facilitando la defensa a Vinicius. El brasileño rebajó el número de apariciones y decidió peor en las pocas que tuvo. El Real Madrid lo acusó. No conectó con Karim Benzema y la sociedad de éxito del inicio de curso no pudo evitar el primer partido sin gol del equipo de Carlo Ancelotti.
Pasó de promediar tres goles y medio por encuentro en las seis primeras jornadas, marcar hasta once en dos partidos en el Santiago Bernabéu, a dejar un solo disparo a puerta con un testarazo de Isco Alarcón a ocho minutos del final. No hizo méritos para más y la suplencia inesperada de Eden Hazard, no cambió el panorama cuando el belga saltó como revulsivo en los veinte últimos minutos.
Su demarcación es otro tema táctico al que da vueltas Ancelotti. No le ve al nivel físico para soportar el ida y vuelta de jugar como extremo y para apostar por él de titular debe cambiar su dibujo para darle libertad de movimiento. Solo el regreso de un lateral de largo recorrido lo puede permitir y el técnico italiano demuestra que para partidos de entidad no confía en Lucas Vázquez ni Miguel Gutiérrez como titulares. EFE