Es posible que los humanos hayan hecho su primera visita a la Luna hace poco más de cincuenta años, pero en 2040 algunos de nosotros podríamos estar viviendo allí. Si la construcción de casas en la Luna tiene éxito, la NASA dice que las casas en Marte podrían ser las siguientes.
Vivir en la luna puede parecer descabellado, pero los grandes cerebros de la NASA no se avergüenzan de su deseo de intentarlo.

La compañía espacial lleva años hablando de estancias prolongadas en la Luna, pero esta idea pronto podría convertirse en realidad gracias a nuevas tecnologías y nuevas asociaciones con universidades y otras empresas privadas.

¿Cómo? Según siete científicos de la NASA entrevistados por el New York Times, implicaría lanzar una impresora 3D al espacio para construir estructuras capa por capa a partir de «hormigón lunar», un material hecho de grupos venenosos de astillas de roca, fragmentos de minerales, y polvo en la superficie de la luna. (Y pensé que era malo cuando encontraron asbesto en el techo de la escuela primaria). Esto supuestamente será posible gracias a la apertura de la NASA a asociaciones con varias universidades y empresas de tecnología privadas.

Más importante aún, podría preguntarse: ¿por qué queremos vivir en la Luna en primer lugar? ¿No es un páramo estéril y tóxico? Bueno, sí. Además, no hay oxígeno y el polvo lunar es tan abrasivo que puede cortar como vidrio, dañando los trajes espaciales y la maquinaria durante estancias prolongadas. Y las temperaturas a veces pueden alcanzar los 600 grados, sin una atmósfera que proteja a los habitantes humanos de la feroz radiación solar.

Suena aterrador, pero muchos científicos dicen que si se usa correctamente, creen que recolectar el polvo mineral de la luna y transformarlo en concreto podría ser una solución clave para vivir allí.

Aunque las leyes de la química son las mismas, habrá desafíos relacionados con la física. Como resultado, cualquier equipo destinado a la luna debe someterse a rigurosas pruebas en la Tierra para garantizar su capacidad para soportar el duro entorno lunar.

Aquí es donde entra en juego el Centro Marshall de Vuelos Espaciales.

El centro cuenta con más de una docena de cámaras de pruebas donde varios componentes del edificio se someten a condiciones de radiación y vacío térmico que reflejan las que se encuentran en el espacio.

En febrero de 2024, su impresora 3D se someterá a su primera prueba inaugural dentro de la mayor de estas cámaras. Los científicos de la NASA también están trabajando en el desarrollo de un hormigón lunar sintético que pueda sustituir los materiales fabricados en la Luna durante las pruebas realizadas en la Tierra.

Es probable que todo esto requiera mucho ensayo y error. Pero si todo tiene éxito, esto podría sentar las bases para que eventualmente haya vecindarios enteros en la luna, o al menos, un par de Airbnb.

Con el tiempo, un proyecto similar podría ampliarse y llevarse a cabo en Marte, algo que, según el equipo de la NASA, será un objetivo por alcanzar en el futuro próximo.

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