La música es más que una expresión artística. Para muchos es sinónimo de fiesta y alegría, para otros es una manera de expresarse, y todas son válidas.
El Espectador de Caracas / 2001
Independientemente del significado que tenga para ti, los expertos señalan que es una herramienta que ayuda a que el ser humano alimente su espíritu, sane heridas emocionales, e incluso, combate el estrés.
¿El estrés y la música?
Tal como señalamos, la música representa muchas cosas para la humanidad, desde un instrumento de esparcimiento hasta una herramienta terapéutica.
Ésta desempeña un papel importante en el manejo del estrés y el cuidado de la salud tanto física como mental.
Escuchar música permite que la persona libere endorfinas, se relaje, entre muchos otros beneficios.
¿Cómo se logra?
Escuchar música tiene la capacidad de calmar a la persona, ayudar a relajarse, inyectarle energía, y ayudar a concentrarse en el trabajo o las actividades escolares por ejemplo.
Según diferentes estudios científicos que se han realizado en la materia, escuchar la música brinda beneficios tangibles, incluyendo el alivio del estrés.
Los expertos acotan que ésta afecta al cuerpo como cualquier otro sonido, pues desde los oídos se mandan señales al cerebro para producir dopamina, por ejemplo.
En este sentido, dependiendo de la música que se escuche puede influir en:
– La dopamina, la dehidroepiandrosterona, el cortisol, y otros niveles hormonales
– El ritmo cardiaco, respiratorio y la presión sanguínea.
– Sistema de estrés psicobiológico.
– La escala de estrés percibido y el estado de ánimo.
– En la recuperación post-trabajo tanto física como mental.
– Los niveles de alerta y energía del ser humano.
Conclusión
Gracias a la variedad de efectos físicos y químicos, no es de sorprenderse que exista una fuerte correlación entre la música y el alivio del estrés.
Pues ésta permite relajarnos a través de un proceso físico y hasta disminuir la presión arterial, por ejemplo.
Cabe acotar que muchas de esas sustancias químicas están ligadas a las emociones, lo que convierte a la música en otra forma segura de dominar el estado de ánimo de las personas.