La inflación en España cayó más de un punto en junio para situarse en 1,9% interanual, gracias principalmente a la ralentización del alza del precio de los carburantes, la electricidad y los alimentos, según la estimación provisional publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A poco más de tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas del 23 de julio, este fuerte descenso ofrece una bocanada de aire para el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, quien se aferra a los resultados de su política económica para tratar de revertir los sondeos que le dan por detrás de los conservadores de derecha.

Esa cifra, que debe todavía ser confirmada, es 1,3 puntos menor a la de mayo (3,2%) y 2,2 puntos inferior a la de abril (4,1%), y coloca la tasa española dentro del objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE).

España, además, se sigue alejando del pico de 10,8% que alcanzó en julio de 2022.

La marcada ralentización de junio se explica, según el INE, por la moderación del alza de los precios de los carburantes y de los alimentos.

El índice de los precios de consumo armonizado (IPCA), que permite las comparaciones con los otros países de la zona euro, se situó en 1,6%, unos 1,3 puntos por debajo de mayo (2,9%).

La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía y que corrige las variaciones estacionales, reculó por su parte 0,2 puntos, para alcanzar 5,9% interanual.

España se sitúa en una situación más favorable que la mayoría de sus vecinos de la zona euro, donde la inflación alcanzó 6,1% ineranual en mayo, según Eurostat.

«Es una muy buena noticia que seamos la primera (economía europea) por debajo del 2%» de inflación, se congratuló Pedro Sánchez de visita en Bruselas, al advertir contra «derogar aquello que funciona» en las elecciones del 23 de julio.

Sánchez se refería a su rival, el conservador Alberto Núñez Feijóo, quien ha prometido, de llegar al poder, revertir una parte de las políticas del actual gobierno de izquierda.

«Me alegro del dato de inflación, pero todo el mundo sabe que la inflación subyacente, que es la inflación persistente, es una inflación incompatible con el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios», replicó Núñez Feijoó, también de visita en Bruselas.

El gobierno de Sánchez multiplicó sus medidas presupuestarias para mantener el poder adquisitivo de los hogares, fuertemente afectado por una inflación que alcanzó el 8,4% de media el año pasado.

El total de las medidas adoptadas se eleva a casi 50.000 millones de euros ($54.570 millones).

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