La Fiscalía suiza anunció este jueves el cierre definitivo de un proceso penal de tres años contra el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, por sospechas de confabular con funcionarios en relación con el escándalo de corrupción que salpicó al organismo rector del fútbol mundial. 

La decisión, anunciada por la propia FIFA en un comunicado, fue acogida con «extrema satisfacción» en el órgano rector del fútbol, con sede en Zúrich, mientras que en palabras de Infantino supone una «victoria plena», no sólo para él, sino también «para la nueva FIFA y la justicia», dijo el organismo.

En julio de 2020, se abrió una investigación para esclarecer las sospechas de complicidad entre Infantino y el entonces fiscal general de Suiza, Michael Lauber, máximo responsable de la Fiscalía del país. 

Lauber estaba a cargo de la investigación suiza sobre el escándalo de corrupción que estalló en 2015 en el corazón de la FIFA, con sede en Zúrich. Pero se vio obligado a apartarse de la investigación en junio de 2019, tras las revelaciones de los medios de comunicación de que había mantenido varias reuniones no declaradas con Infantino durante la investigación.

«La sospecha de instrumentalización del Ministerio Público de la Confederación Suiza por la FIFA no ha sido fundamentada durante una investigación profunda. Al contrario, las sospechas han sido refutadas», escriben los fiscales especiales asignados para este caso, Hans Maurer y Ulrich Weder, en un comunicado recogido por varias agencias.

«Ahora está claro que las acusaciones contra mí eran meros intentos de gente pobre, envidiosa y corrupta de atacar mi reputación», aseguró el presidente de la FIFA.

«Si a estas personas les queda algo de dignidad, al menos deberían tener la decencia y disculparse por sus acciones y el daño causado», agrega.

La decisión de este jueves confirma la ya anunciada en mayo de 2021 por el Tribunal Penal Federal Suizo, que recusó y apartó de su cargo al entonces fiscal general extraordinario Stefan Keller por violar la presunción de inocencia con procedimientos irregulares contra Infantino.

Keller había iniciado a finales de julio de 2020 la investigación penal contra el presidente de la FIFA en relación con una reunión que mantuvo en 2017 con el fiscal anterior, Michael Lauber, quien investigaba a su vez una trama de corrupción en el fútbol y presentó su renuncia días antes. 

Según Keller, había indicios de que se podían haber cometido varios delitos, incluidos los de abuso de poder, violación del secreto al que están obligados los funcionarios públicos, asistencia a infractores e incitación a tales actos.

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