La propagación de información falsa o engañosa con la ayuda de la inteligencia artificial (IA) se erige como el nuevo gran riesgo global a corto plazo, junto con la crisis climática, según un informe presentado este miércoles por el Foro Económico Mundial (FEM).
‘Riesgos Globales 2024’, elaborado con las aseguradoras Marsh McLennan y Zurich Insurance Group, recoge la percepción de unos 1.500 expertos encuestados en septiembre sobre los peligros potenciales a dos y diez años vista, y se debatirá la semana próxima en el Foro de Davos (Suiza).
«A diferencia de 2023, cuando había optimismo a largo plazo, estos resultados reflejan una perspectiva negativa para los próximos dos años que empeora durante el decenio», declaró en una rueda de prensa en Londres la directora del FEM, Saadia Zahidi.
Si bien reconoció que estas expectativas son «deprimentes», Zahidi recordó que está en mano de los dirigentes políticos y económicos tomar medidas «ahora» que cambien las cosas.
La IA en un año electoral
Según los expertos consultados, el riesgo global más grave que afronta el mundo en el futuro cercano es la utilización de la IA por agentes malignos nacionales e internacionales para fomentar la polarización social y las divisiones políticas.
Según el informe, esto es especialmente preocupante en un año donde se prevén elecciones en numerosos países, entre ellos el Reino Unido, Estados Unidos, México, Bangladesh, India, Indonesia o Pakistán.
La difusión de información errónea por internet «puede socavar la legitimidad de los gobiernos elegidos» y en algunos casos provocar desde protestas violentas y delitos de odio hasta terrorismo, indica.
Por otro lado, los Estados pueden responder «con propaganda» defendiendo «su verdad» y con «censura», advirtió Zahidi.
Caroline Klint, directora comercial para Europa de Marsh McLennan, instó a las empresas a protegerse ante el impacto que la irrupción de la IA pueden tener en unas «cada vez más complejas cadenas de suministro.
También subrayó no obstante sus «enormes beneficios», tanto para mejorar la productividad económica como los servicios públicos.
El estudio alerta de que se generarán grandes desigualdades en el planeta si los incentivos para el desarrollo de la inteligencia artificial «son solo comerciales y geopolíticos».
Si no impera un interés público, «la brecha digital entre países de altos y bajos ingresos causará una marcada disparidad en la distribución de beneficios y riesgos», dice.
Las naciones vulnerables y ciertas comunidades quedarán «aún más rezagadas y aisladas digitalmente», lo que impactará en su crecimiento, finanzas, el clima, la educación o la salud, lo que a su vez «puede dar lugar a una mayor agitación social y radicalización política».
Más conflictos y catástrofes naturales
Otro de los riesgos globales destacados en el informe de este año es el de conflictos armados interestatales, por un «efecto de contagio» de las guerras actuales, que pueden activar frentes actualmente «congelados».
Los expertos perciben además un riesgo creciente de que los conflictos bélicos se vean cada vez más dominados por la IA, tanto mediante ataques informáticos como por su introducción en los procesos de toma de decisiones, por ejemplo a la hora de elegir objetivos militares.
El informe de ‘Riesgos Globales’, publicado desde 2009, identifica un año más como peligro importante tanto a corto como a largo plazo la crisis climática, con desastres naturales anticipados ya en 2024.
Los autores apuntan sin embargo que «no hay consenso entre los encuestados» sobre la inminencia e intensidad de esos riesgos, lo que, advierte, puede socavar una buena gestión de los mismos.
Así, los participantes más jóvenes y los que son miembros de la sociedad civil tienden a ver un riesgo alto ya en los próximos dos años, mientras que los mayores y el sector privado lo perciben a más largo plazo.
El estudio avisa de que los países vulnerables al clima o propensos a conflictos «se verán cada vez más excluidos de una infraestructura digital y física muy necesaria», así como de inversiones ‘verdes’ y otros recursos económicos y comerciales.
«A medida que las capacidades adaptativas de estos Estados frágiles se erosionan más, las relaciones sociales y los impactos ambientales se amplifican», afirma el texto.
John Scott, jefe de riesgo de sostenibilidad de Zurich Insurance Group, dijo que, aunque actualmente «el mundo está fragmentado y ha dejado de operar mediante la cooperación», existen «oportunidades a nivel nacional, local e individual» para mejorar las cosas.
Por una parte, conociendo estos riesgos percibidos, los gobiernos y empresas pueden empezar a tomar decisiones en sus territorios para mitigarlos, mientras que los ciudadanos pueden adoptar iniciativas beneficiosas como comer menos carne o utilizar formas sostenibles de transporte, opinó. EFE
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