La familia real británica ha revivido estos últimos tiempos una etapa bastante parecida a la crisis que la Corona sufrió hace casi 100 años, con la renuncia del rey Eduardo VIII por amor. Y es que, desde que Meghan Markle fue presentada en sociedad como futura esposa del príncipe Harry y, por ello, duquesa de Sussex, los medios británicos comenzaron a enloquecer por su matrimonio con una mujer divorciada. A raíz del gran acoso de le la prensa y las malas relaciones que generaron ciertos comentarios de la familia a los duques, ambos decidieron abandonar sus funciones reales y mudarse a Estados Unidos para permanecer alejados de los conflictos.
Esta huida distanció a los príncipes de manera permanente y, entre los rumores de un posible fallecimiento próximo de Carlos III y la subida al trono de William, Harry vuelve a entrar en el juego como una pieza clave en el Palacio de Buckingham. Además, fuentes cercanas a la familia Windsor afirman que se han comenzado a tender varios puentes entre sus miembros para un posible regreso del duque de Sussex los próximos meses.
No obstante, la relación entre los hermanos no ha sido nunca tan mala, a pesar de los constantes intentos de Kate Middleton porque haya una conversación entre ellos. Sin embargo, la Princesa de Sussex parece haberse cansado de esta situación y ha comenzado a centrar sus energías en su lucha contra el cáncer. Y según afirmó la futura monarca de Reino Unido en el comunicado emitido en la BBC el pasado mes de abril, su mayor prioridad ahora mismo son sus hijos, George, Charlotte y Louis.
La excorresponsal real de la BBC, Jennie Bond ha apoyado esta teoría, ya que, como ha informado a la revista OK!, ”Kate tiene demasiado, mucho en su plato como para molestarse en tratar de involucrar a un hermano separado. Su atención se centra en su marido, sus hijos y en fortalecerse lo suficiente para volver al trabajo de forma muy gradual”. Además, ha indicado que esta crisis le ha hecho apoyarse mucho en su matrimonio: “Creo que su enfermedad ha hecho que su matrimonio con William sea más fuerte que nunca, y eso quedó evidente en el video. Puedes intentar jugar al pacificador durante un tiempo y parece que ella hizo algún intento por cerrar la brecha”.
Por ello, Bond ha finalizado diciendo que el corazón de Middleton “pertenece a su marido” y piensa que en estos momentos solo se centrará en apoyarlo: “No creo que Kate ejerza ninguna presión sobre William para que le tienda una rama de olivo a Harry a menos que él decida que eso es lo que quiere. Y eso parece totalmente improbable en el futuro previsible”.
Lea la nota completa en Por Anabel Gómez Salvador / Infobae
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