Kanye West afirma que la agencia tributaria estadounidense que vela por el cumplimiento de las leyes tributarias y fiscales (el IRS) ha congelado cuatro de sus cuentas bancarias debido a una deuda fiscal que ascendería a 50 millones de dólares.
El rapero de 45 años ha perdido su estatus de multimillonario a raíz de los comentarios antisemitas que realizó hace unas semanas y de los que se ha negado a retractarse en varias ocasiones. En un principio él alardeó de que podía decir lo que quisiera debido a su estatus como uno de los músicos y diseñadores más influyentes de las últimas décadas, y ni se le pasó por la cabeza que Adidas pudiera terminar su asociación de nueve años porque sus deportivas Yeezy reportaban a la compañía más de mil millones de dólares anuales en ventas. Sin embargo, eso fue justo lo que hizo la marca: darle la espalda como también han hecho muchos de sus antiguos socios y colaboradores, incluida la revista Vogue, que le elevó a los altares del mundo de la moda.
Se dice que su patrimonio neto se ha reducido a unos 400 millones de dólares, y a eso hay que sumarle el hecho de que ahora debe 50 millones de dólares en concepto de impuestos atrasados. O eso afirma él.
«Estoy hablando de que me he enterado literalmente esta misma mañana de que estaban intentando meterme en la cárcel. Pero al menos me enteré. De acuerdo. Así que han establecido una retención de 75 millones de dólares en cuatro de mis cuentas. Y luego dijeron que debo un montón de impuestos. Tardé como seis horas en averiguar cuánto. Era mucho… bueno, alrededor de 50 millones de dólares», ha confesado en el podcast ‘Timcast IRL’.
Por una vez, Kanye ha dejado de lado su vena más prepotente para admitir que se ve desbordado por la situación porque «no es la persona con más conocimientos financieros del planeta», así que ha recurrido a varios expertos en el sector para descubrir si corre el riesgo de ser acusado de evasión de impuestos.
En esa misma charla, el artista ha explicado que básicamente dejó de adquirir conocimientos prácticos relacionados con la vida diaria tras hacerse famoso en mitad de sus veintitantos porque cuenta con otras personas que se ocupan de que todo se desarrolle como la seda en su día a día.
«Así que ahora… tengo que aprender a dirigir una empresa. Tengo que aprender a, ya sabes, a contar de verdad. Es como si no supiera ni dónde poner el dinero», ha reconocido en un raro alarde de humildad.
Sus problemas financieros llegan en un momento muy inoportuno. En primer lugar, Kanye anunció hace unas semanas su intención de presentarse de nuevo candidato a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 2024, lo cual implica una inversión importante de dinero para financiar su campaña. Además, según el acuerdo de divorcio que acaba de firmar con su ex Kim Kardashian, él tiene que pasarle 200.000 dólares en concepto de pensión de alimentación para los cuatro hijos que comparten.
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