La candidata presidencial por el partido demócrata, Kamala Harris, se enfrenta por primera vez en vivo a su rival republicano, Donald Trump, durante el debate que se lleva a cabo esta noche en el National Constitution Center en Filadelfia, Pensilvania.
Está previsto que el evento dure unos 90 minutos, sin público presente. Los micrófonos de los candidatos permanecerán apagados durante la intervención del contrario, a pesar de que se consideró mantenerlos prendidos todo el tiempo.
Al igual que en otros debates, tanto Harris como Trump sólo pueden tener en sus atriles una lapicera, un bloc de notas y una botella de agua y no podrán interactuar con sus asesores de campaña durante los cortes comerciales.
En esta oportunidad, Harris eligió su lugar en el escenario, quedando del lado derecho de la pantalla, mientras que Trump tendrá la última palabra.
Las declaraciones de los candidatos serán clave para conseguir el apoyo de los indecisos, que podrían dar una ventaja crucial a uno u otro en un momento en el que las encuestas muestran poca distancia.
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