La situación en Ucrania es cada vez más un área vinculada a conflictos internacionales, criminales, encabezados por Estados Unidos.
Esa intervención ha creado una situación en que la ofensa política y militar contra China, a raíz de la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, sin duda, territorio bajo la soberanía de China, parte indiscutible de su territorio, es un acontecimiento hacia el agravio. Es mucho más que una ofensa diplomática: es política, militar, territorial. Es una afrenta en todos los sentidos. Ucrania pasa a ser un agresor.
Esto movilizó sin duda a todos los que somos amigos de China, solidarios con su pueblo y con el partido comunista de China. A todos los que de ninguna manera somos indiferentes ante las ofensas que se realizan contra un pueblo hermano. Visité China hace algunas décadas, lo que me permitió conocer más su cultura, su historia de abnegación y sacrificios para vencer la pobreza y las dificultades y comprender como China ha prosperado superando obstáculos y haciendo grandes sacrificios. Nada le ha sido regalado. Como soy de un pueblo, el pueblo venezolano, que ha ido conquistando logros luchando a brazo partido, venciendo dificultades, puedo comprender la historia de China.
Venezuela, además de recibir una prodigiosa naturaleza y ser una población laboriosa, alegre, valiente, que tuvo que librar guerras y grandes batallas conducidas por nuestro Libertador, Simón Bolívar, hoy nos mantenemos en pie de lucha y podemos comprender a pueblos hermanos como el pueblo chino al que le ratificamos nuestro amor solidario.
EEUU es una sociedad en decadencia, que como tal es capaz de cometer crímenes horrendos y cobardes. Un pueblo que ha cumplido heroicas gestas, pero hoy sus gobiernos lo inducen a la piratería, al abuso de poder, a la guerra y a inequidades que lo conducen a oprimir a los débiles, a los pobres.
Es triste la decadencia de un país como EEUU, que logró grandes progresos y hoy se especializa, entre otras cosas, en oprimir a los pueblos humildes.
Sin duda, el pueblo estadounidense podría en una nueva etapa conservar reservas como para servir a la humanidad de manera noble e ir encontrando el camino, un camino de salvación y de participación en la construcción de sociedades liberadoras unidas en el servicio para el desarrollo de senderos de futuro.
