Así llamó Naomi Klein a este capitalismo decadente, muy agresivo. Con respecto a Venezuela, este capitalismo no ha dado signos de que desee rectificar. Sigue apegado a la visión de la oposición radical venezolana: Convocatoria de elecciones inmediatas para presidente de la república y elecciones generales con otro CNE. Esa es una propuesta de rendición incondicional. Ni el presidente Maduro ni el pueblo venezolano, al cual pertenezco, hemos dado señales de rendición. La posición es muy firme en la defensa de nuestra soberanía y del socialismo. La presencia en las negociaciones que se desarrollan en México es a partir de la defensa de principios. Habrá flexibilidades, pero no renuncia a las posiciones de fondo.
He venido sosteniendo que a diferencia de los tiempos de Clausewitz, hoy la política es la continuación de la guerra por otros medios y políticamente venimos ganando esta batalla. Si el presidente Biden pretende continuar la línea del presidente Trump, de desconocimiento de nuestra soberanía y nuestro derecho a tratar libremente con todos los estados y pueblos del mundo, ese será un camino de no negociación.
Algo ha cambiado hoy. La oposición radical ha reconocido al presidente Maduro y en general a las instituciones de Venezuela. Si el presidente Biden no reconoce que esta es la situación, seguirá desconociendo a nuestras instituciones, en consecuencia el golpe de Estado seguirá siendo la política y por lo tanto es evidente que con la amenaza de golpe de Estado, no habrá negociación posible. El Gobierno y el pueblo ya tienen una posición muy clara. Le toca a la oposición radical definirse frente a la línea golpista del presidente Biden.
Creo que la oposición radical no va a cambiar de política antes del resultado de las elecciones del 21 de noviembre. Creo que toda la oposición va a montar una amplia estructura de defensa de su votación. El resultado de estas elecciones es clave para el futuro inmediato de Venezuela.
El chavismo debe realizar una política electoral al margen del sectarismo. El sectarismo no sólo es equivocado sino totalmente innecesario. No sólo afectaría el resultado electoral sino que defraudaría al chavismo descontento y esto, creo, afectaría al pueblo bolivariano, no sólo como fuerza electoral, sino como fuerza política, más exactamente, como fuerza clasista.