La nueva Comunidad Política Europea (CPE) es una nueva institución internacional, integrada por los 27 estados de la Unión Europea y otros 17 países de ese continente, con la exclusión de Rusia y Bielorusia. La ocasión fue el pasado 6 de Octubre en la Cumbre de Jefes de Estado y Jefes de Gobierno. Fue una propuesta original del Presidente francés Emmanuel Macron, como alternativa a la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética con las exigencias de la seguridad y la defensa de toda la región.
En su agenda figuro el cambio climático y la apertura a estos países para su ingreso. A la Unión Europea.
Para Europa la crisis que está viviendo es la más compleja desde la Segunda Guerra Mundial. Como lo declaró el Jefe de la Diplomacia Europea Josep Borrell, la finalidad de este encuentro fue el de concretar un Nuevo Orden bajo los principios de la democracia y el desarrollo en justicia y libertad.
En 1957 se estableció la Comunidad Económica Europea (CCE) con 6 estados donde fueron fundamentales Alemania y Francia. En 1972 con el Tratado de Maastrich se le dio una dimensión social, política y cultural, hoy con sus instituciones es un paradigma para la integración en otros continentes. El Estado Social y de Derecho es una realidad en las 27 naciones con su órgano legislativo que es el Parlamento Europeo y la moneda única.
La nueva CPE, irá evolucionando en el marco jurídico y el Nuevo Derecho Constitucional Internacional. El orden jurídico responde con sus normativas a las nuevas realidades sociales. El siglo XXI se caracteriza por la globalización y la regionalización de todas las actividades humanas, hoy la internacionalización del Derecho y todas sus disciplinas es una realidad. La soberanía jurídica del Estado-Nación cede ante el proceso de supranacionalidad, tanto por el incremento de tratados e instituciones internacionales, bilaterales, regionales o mundiales como por los procesos de integración subregional (MERCOSUR) o Continental (Unión Europea).
La Union Europea es un espacio geopolítico y geoeconómico, con una gran extensión geográfica y una población cercana a los 500 millones de personas. El centro de sus instituciones se encuentra en Bruselas. Entre estos Estados se ha ido elaborando un espacio jurídico común. El nuevo Derecho Europeo tiene carácter constitucional y es parte integrante del Derecho de cada uno de los Estados.
El Estado Nacional clásico con sus tres elementos definidos: población, territorio y gobierno bajo el principio de la soberanía nacional, ha dado paso a la elaboración de los Estados Regionales, espacios geopolíticos y geoeconómicos que agrupan a varias naciones, bajo los proceso de integración.
La finalidad del proceso europeo fue alcanzar más allá de lo económico, la unión integral.
Pero también una política común, un crecimiento social y una política exterior y defensa común. Se incluyeron nuevas competencias a la comunidad en materia de ambiente, salud, transporte, industria e investigación, al tiempo que se fortalecieron los poderes políticos de las estructuras comunitarias (Consejo, Comisión, Parlamento). De igual manera, se estableció el principio de subsidiaridad consagrando la supranacionalidad con la adaptación de las leyes nacionales a las normas comunitarias.
Lo esencial del modelo europeo es el cambio cualitativo en la concepción del Estado como realidad nacional y actor internacional. El constitucionalismo en Europa, con el nuevo Estado Regional, presenta una respuesta a los desafíos del Siglo XXI y ante un mundo multipolar.
La Unión Europea ha estado condicionada por un patrimonio intelectual común; por una exigencia geopolítica y estratégica; el imperativo económico de la integración ante la mundialización y globalización del comercio, la tecnología y las finanzas, con la construcción de un macroespacio con libre intercambio de bienes, personas, servicios, capitales y tecnología.
Este año 2022 después del COVID-19 y con la reciente invasión de Rusia a Ucrania, la Unión Europea ha tenido que replantearse su existencia ante el cambio de época que vive la humanidad. Con esta Cumbre en Praga de todo el continente europeo han iniciado un nuevo modelo dentro de la integración política y de seguridad y defensa.
En nuestro continente la Organización de Estados Americanos (OEA) en su reciente Asamblea General ha insistido en la importancia de la integración con la referencia a la Carta Democrática Interamericana y la Carta Social; algunos estados han insistido en un instrumento jurídico nuevo o una Carta Ambiental como lo ha logrado Europa. Es tiempo de replantear y así lo han hecho algunos gobiernos, mantener la OEA como instancia política, pero avanzar en lo económico y social, sin la presencia de Estados Unidos y Canadá por la asimetría que representan, esto exigiría darle nuevo contenido a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). En ese proyecto deben incluirse los Sistemas Subregionales de Integración como el MERCOSUR, CARICOM, el MERCADO COMÚN CENTROAMERICANO, la COMUNIDAD ANDINA, la ALIANZA DEL PÁCIFICO y el ALBA hacia una nueva organización política y económica, como se ha planteado en varios foros internacionales. Los imperativos deben ser los del desarrollo armónico y la defensa de la democracia. La nueva Comunidad Política Europea seguirá siendo un ejemplo en el desarrollo del Nuevo Derecho Constitucional Internacional y de la integración política, económica y social.
jcpineda01@gmail.com
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